Honorio Fernández: la vida como oficio
Hace catorce años murió con más de noventa mi tío bisabuelo Honorio. Su existencia fue un entramado de apasionantes aventuras y experiencias. En su rostro siempre había dibujada una sonrisa franca, de esas que transmiten una plena satisfacción con la vida. Era un ser muy querido en la familia de mi madre. Cuando yo era...