Renacer en la trinchera
Querido Asmir: No sé nada de ti, pero me gusta escribirte. Quiero pensar que estás bien, ya que el silencio forma parte de tu persona. Hace veinte años que te conocí entre las montañas heladas de Sarajevo. Es una escena que se repite a menudo en mis sueños. Aquella tarde me había escondido bajo un...