LA PAILITA
A Juana Escorcia le cayó un rayo encima y aun así siguió con vida. Para sacarle el millón de voltios que se le alojaron en el cuerpo dejándola trémula como un panal de avispas, debían enterrarla en arena de mar: ‘dos horas cada día durante un mes completo’, dijo el curandero. Su padre la llevó a las...