El cielo de Madrid
Día 1: En ésta, como en todas las grandes ciudades, si gritas nadie te escucha y si padeces nadie te mira, pero he aquí que si silbas o canturreas, la gente se admira. Sin rumbo ni pretensión, con las manos en los bolsillos, desemboco en una pequeña y recogida plaza, rodeada de copas que clarean...