EL HAMBRE DE GABRIEL
.Lo que le voy a contar no es cuento su mercé, antes de que el sol alumbrara, mi taita Gabriel ya estaba haciendo la jila con su sombrero doblado medio blanco , medio negro, pero de tradición en el pueblo. Encima tenia encaramado su poncho y su rejo que adornaban su inconfundible figura de hombre...