El pan maldito…
Durante casi tres días y tres noches, la vieja luna de plata se asomó en el cielo como un ojo ciego iluminando el bosque. A través de las ramas famélicas de los altos pinos arrebujados por la nieve, besando las huellas que habían quedado en el sendero, ahora salpicado de sangre. Ese sendero hasta la...