Amasa amor de madrugada
Ya son las cinco de la mañana, ¡arriba flojos!, entre sueños escucho la voz de mi madre, siempre pendiente de la hora que marca el reloj que cuelga en la pared; por un instante me resisto y me doy un par de vueltas sobre la cama tibia, aunque me pesa, llegó el momento de levantarse....