Sin despedida
Querida mami: Hoy hace dos años que abandonaste tu cuerpo para trascender con el universo y seguir aquí, conmigo, pero de otra manera, en otra dimensión. El alma sólo pesa veintiún gramos, veintiún gramos de energía vagando por el espacio, viendo las cosas desde otro plano. Sé que estás ahí y al mismo tiempo estás...