Más sabe el diablo por viejo que por diablo
Estando internada por un tonto accidente doméstico en un estado de aburrimiento fatal, llega mi amigo Carlos antes de la hora de visita. Siempre hacía lo mismo decía que entraba con cara de médico! Y saludando a todo el personal. Así pasaba como “perico por su puerta” Hombre entrañable, campechano, risa pícara, de esas visitas...