«Buenas noches mama»
La esperaba con las manos miedosas y congeladas. Dos cuartos en una terraza, aquel invierno pareció mas frío que otros. Tenía doce años. Se apresuro en terminar de hacer los quehaceres de la casa, lavar los platos, planchar la ropa, desinfectar las mamaderas, limpiar el baño, tender las camas. La nena: bien arreglada, limpia, alimentada, perfumada....