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Cuentos para el andén: convocatoria abierta de Microrrelatos Una convocatoria abierta para elegir a los 3 microrrelatos invitados que formarán parte del número de octubre 2013 de la revista Cuentos para el andén.
Ya tenemos el resultado del concurso:
GANADOR: Peces, presentado por Elena García Sánchez
FINALISTA: La Estrella del Norte, presentado por Daniela Rafael
FINALISTA: Último aviso, presentado por Teresa Garrido Pellicer
Desde el andén, acompañado de un sinfín de canas, sesenta y ocho años de historia escrita en los anillos del tiempo, arrugas en todos los rincones de su cuerpo, manos cansadas, corazón solitario, ropa vieja y sucia y mucha hambre, observa como pasa todo a su alrededor. Nadie se detiene para tenderle la mano, cada...
Era lunes y, como cada lunes, tenía sueño… También como cada lunes cogió el tren para ir a trabajar. Siempre viajaba en tren. Le gustaba desde pequeño. Imaginaba que recorría el mundo entero viviendo las más increíbles historias. Después creció, y pasó a preguntarse qué harían las personas que viajaban con él: el tipo del...
Desde el anden de mi existencia,abrí una ventana a la imaginación,y vi el universo en todo su esplendor,en medio de el,un pequeño punto llamado tierra,triste estaba,desdibujada y marchita ,agonizaba;aún así luchaba por sobrevivir.en su seno materno,un extraño ser que llamaban hombre en destruirla se esforzaba,si,a su propio hábitat,su entorno quería eliminar . ...
No es lo mismo oírte que escucharte desde lejos. Que me cuentes tu vida, sentados, esperando en el andén, y que a mí eso no me importe para nada, que me limite a hacer añicos tus historias, pedazos pequeños en el suelo, y me dedique a recomponerlas a mi antojo, con risa maquiavélica, pero con...
Tocaba el timbre del apartamento 355 donde siempre estaba esperando esa morena de ojos grandes y cuerpo grueso como le gustaban a él. Asomada en la ventana ella lo veía venir desde el andén y decidía como lo iba a recibir: ¿se quedaría totalmente desnuda, se dejaría las tangas y una especie de camisa blanca...
Te espero y ni siquiera sé por qué acudo a la estación de tren. Nada sucedió aquí, nada que tenga que ver con nosotros, contigo y conmigo. Desde el andén observo los trenes pasar y a la gente encaminarse a una nueva vida, o seguir con su rutina. Yo sigo esperando un imposible. No vas...
Era el día perfecto, uno de esos plomizos días de noviembre que le encantaban. La lluvia fina empapaba su cara y un suave viento del norte susurraba su destino. Sentado en un banco, su mirada empañada se perdía en tiempos mejores: La sonrisa de su mujer, los rizos de sus pequeñas, los paseos con su...
Con la mirada en el horizonte sur, el mar azul con la bruma que se evapora de colores rosados sobre un cielo siempre azul entre nubes blancas, para transportar la mirada entre las transparencias del aire, unos momentos de ilusión y sosiego entre las montañas donde nada descansa hoy hasta que la noticia sea realidad,...
Todos saben que en otra vida fue rey, lo saben y lo respetan cuando le ceden el mejor lugar donde extender los cartones. Aunque desde el andén, tumbado en su rincón parezca otro bulto envuelto por un olor mezcla de tabaco y orín, por las mañanas, cuando la estación se convierte en un transitar de...
La mirada fija hacia la calle por donde lo vio alejarse. Su corazón ilusionado que no deja escapar la esperanza de verlo regresar de nuevo. El hambre acechando su cuerpo que ya empieza a reflejar las siluetas del abandono. El pelo enmarañado y sucio que ya cubre unos ojos cansados de esperar. Ya son varios...
Desde el andén no se la veía, pero ella maulló. – Ven gatita, ven. La dirección de Metro de Madrid dio dos minutos para bajar al rescate. La experta de la protectora dos intentos fallidos de coger a Lychi. La empleada dos suspiros de impotencia, Lychi dos maullidos de rabia y miedo, mi corazón dos...
-Así que me has engañado. -Sí. -Durante… -Qué más da. Mucho tiempo. -Y a cada señal de alarma, a cada duda, a cada pregunta durante todo este tiempo, me has respondido con una mentira. -Sí. Pero eso era necesario. -¿Para qué? -Para poder seguir engañándote. -Y a ella también la has engañado. -Sí. Pero no...
