UN BILLETE CON DESTINO A EGNARO
Sólo si te acercas podrás ver las cicatrices en el rostro del chico, como una hilera de hormigas rojas subiendo hacia sus ojos. Una mochila cuelga de su hombro izquierdo, el brazo derecho aún le duele, allí dónde su padre le agarró, tirando hacia arriba mientras él trataba de escapar. El chico cierra los ojos...