Todo en cadena
En las largas horas de trabajo, se tejen los minutos formando un látigo, que me castiga sin piedad alguna. Cinco días y medio, es la jornada en la semana, la espalda dolorida por la posición, abrazándome el sol inclemente, filtrándose a través de la camisa que me cubre en vano, es inútil una queja. Como...