Soy mi propio jefe
No soporto ni un solo día más en esta oficina de mierda. ¿Dije un día? Es cuanto menos optimista que sobreviva el próximo minuto rodeado de estos zoquetes. ¿Cómo hago para renunciar y no tener que volver a verle la jeta al insufrible de mi jefe? No, no puedo, necesito que me echen para cobrar...