Pérdidas en el trabajo
Ella tenía 53 años cuando abandonó nuestra casa, se cansó de años de maltrato y humillación, si hablamos de trabajo, esa palabra estaría tatuada en su frente y llevada en su, hasta ese entonces, corazón. Se fue sin maletas, sabía que pese a ser la casa, herencia de su padre, todo lo que estaba ahí,...