De agosto a mayo
1 Cuando cedió la puerta del ascensor, me encontré un hall en penumbra, desangelado y poco acogedor. Me acerqué a dejar la llave en recepción. Allí descubrí al portero de noche mirándome con ojos entornados y sin interés alguno. Parecía observarme como si yo fuera parte de un sueño suyo evanescente. Hecho un cuatro, hacía...