El Pasajero necesario.
¡Uff, llego tarde, si en cinco minutos no viene, me iré!, pensó Alicia, cuando observó a un anciano acercándose apresuradamente hacia su coche con barba y cabellos plateados, ataviado con una túnica blanca. ¿Es usted Alicia, de BlaBlaCar?- preguntó el anciano con la respiración entrecortada. -¡Sí, soy yo, estaba a punto de irme!-contestó mientras le...