En Madrid, a 30 de abril de 2019
La cuarta edición del concurso de Historias de la calle, convocado por la Fundación Escritura(s) en colaboración con Talleres de escritura creativa Fuentetaja, ha reunido 587 relatos que han recibido 37.012 votos y 76.114 lecturas (a 30 de abril), lo que supone una media de 130 lecturas por participación.
Primer premio
Dotado con 300 euros en metálico
ZCM — Bar EL BARRIO
Es un relato ambicioso, muy técnico, bien medido, osado: la calle como un caleidoscopio, o también como si el narrador la viera a través de un caleidoscopio, una realidad diversa, cambiante, que lo obliga a ir centrando su atención cada vez en uno de sus elementos (adecuando también la vista a su entorno) y penetrar en él y mostrárselo minuciosamente al lector, para pasar luego al siguiente, hasta que al final fija esa realidad al relacionar a los distintos personajes, al entenderlos en conjunto.
Premio al mejor lector
Dotado con el videotaller «Escribir la ciudad» de Elvira Navarro, de 11 horas de duración
Julia Lucas
Premio al autor más votado
Dotado con el videotaller «Escribir la ciudad» de Elvira Navarro, de 11 horas de duración
Jorge Eliecer Ariza García
Ha obtenido 394 votos, 71 comentarios y, hasta ahora, 603 lecturas.
Finalistas
Ángela Arambarri Ateca, con Mikszáth Kálman tér
Budapest funciona como escenario vital perfecto de un narrador que le resulta entrañable al lector: por su confesión desde el comienzo, tiene alzhéimer, y por su amor a su mujer, desaparecida hace muchos años. Su afición a pasear le permite conocer perfectamente la ciudad a la que llegó desde su Rumanía natal, la que vivió junto a Lilla, su mujer, y la que vive ahora, anciano y enfermo, a la que ve con una pátina de decadencia y desencanto, como si extendiera sobre la ciudad su propio estado de ánimo.
Carlos Nicora, con Calle de doble mano
Es un relato ambicioso en su planteamiento, en la perspectiva que usa el narrador para contar primero la escena, la paliza que le costará la vida al vagabundo o linyera que es protagonista de la historia, y después los capítulos más importantes de su vida, que va reconstruyendo al tiempo que es golpeado. El uso del apelativo, que esa segunda persona a la que le cuenta la agresión sea el mismo que el que es agredido establece una relación sugerente entre el narrador y el personaje (y de algún modo el lector), por esa voluntad de influir sobre él, que tiene también algo de pedagógica.
Francisco Javier Guerra del Río, con Amelia
El comienzo contundente centra desde el principio el relato en los rasgos y carácter de Amelia, su protagonista, una anciana que ha sido prostituta, desde el recuerdo de quien, de niño, se sentaba con ella en el calle y hablaban. El texto tiene varios puntos fuertes. Destacamos dos, del narrador: Su voluntad de ser objetivo, de ceñirse a lo que recuerda de ella, pero sin perder emotividad su relato. Y su tono dubitativo, con tantos quizás y tal vez, con los que gana la confianza del lector con su sinceridad.
Javi Rojas, con Desatinos y hallazgos en Madrid
Está muy bien escrito, con una sintaxis exquisita, muy elegante, muy medido el tono y las palabras para darle al relato una consistencia intelectualista y culturalista desacomplejada, con un narrador reflexivo pero que contiene en todo momento el fluir de la conciencia que fluye primero con las pinturas del Thyssen y luego con las calles de Madrid. Con solo una nota al final que le permita al lector saber el motivo de su viaje (y del relato).
Justito Rengel, con Forbes Road
Es una buena historia, con un narrador clásico, omnisciente, que se permite pocos excesos, y una buena atmósfera, lograda sobre todo al principio, en parte por trasladarla a Inglaterra, en parte por las condiciones familiares de la protagonista y su entorno de trabajo. El desenlace está bien, pero es quizá demasiado explícito, no parece confiar en la perspicacia del lector.
Moraima Feijoo Mendez, con Nuestras calles vacías
Como ejercicio introspectivo el relato es un texto exquisito, contundente, emotivo, con un manejo del lenguaje fantástico, con los símiles, con las figuras que utiliza el narrador para plasmar la ciudad y su relación con ella (la asimila a su estado de ánimo), con su lirismo contenido, con un tono cada vez más intimista y más sentimental. La imagen que abre el relato y el video que lo cierra funcionan bien también como marco del texto.
Paola R. A., con Greta
Es un texto sencillo, pero muy atractivo, con el narrador muy cerca de la protagonista, para desvelársela al lector, acercándole su intimidad, cómo piensa, cómo se coloca ante los demás, amplificado el sentido de una travesura mínima, pero que tiene mucho de iniciática, de querer posicionarse en el mundo.
Otras participaciones destacadas
Anna, con Bastón de madera
Antonio Pérez Praena, con El Antiguo Patio del Mal
Cortes F. Escalante, con El hombre desnudo
Inti Martínez Gaytán, con Desde la ventana
José Antonio Pérez Domínguez, con Siempre te querré
José Javier Navarrete Marín, con La mirada póstuma
Mirta Calabrese, con La Chica de la Bicicleta Verde
Óscar Escribano Muñoz, con Ella
Sonia Romero Moreno, con Lunes: El estreno
Valeria Terrazas Olivares, con Domingo, 6 de agosto…
Gracias a todos. Oportunamente nos pondremos en contacto con los ganadores para la entrega de premios.
La decisión del jurado es inapelable y la organización no puede mantener correspondencia sobre los aspectos del premio. Existe un espacio de comentarios que la organización consulta periódicamente en busca de observaciones que nos permitan mejorar sucesivas ediciones. Os animamos a usarla para comunicarnos vuestra impresión sobre este concurso.
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