Perfil público

Cuando escribir le hace bien al alma...

La escritura para mí, es una acción, constructiva, sanadora, gratificante. Cuando empecé a escribir allá por el 2004, lo hice como una necesidad imperiosa de aliviar mi alma por lo que estaba viviendo por aquellos entonces, que no se lo deseo ni a mi peor enemigo, si es que los tengo. Llorar y escribir era mi manera de desahogarme, de aliviar la opresión que sentía en mi pecho y que me consumía. Creo que si no hubiera sido por todas esas lágrimas derramadas y esas oportunas letras que me sirvieron de bálsamo y dejaron ver luz en mi horizonte, me hubiera suicidado.

Cuando las circunstancias de la vida nos ponen al borde del abismo y no tienes, ni quieres hablar con persona alguna de lo que te está ocurriendo o por el mal momento que estás atravesando, escribir es la mejor de las terapias. Se hace necesario ir sacando de dentro los sentimientos que embargan y que te hacen vulnerable.