Siempre existirán tempestades, tormentas perfectas donde ambos seremos sacudidos por nuestros miedos y pasiones, por las decisiones que tomamos y también por las que no tomamos. Estamos en un barco en altamar rodeados de olas, algunas nos mecen suavemente y nos hacen apreciar el mar infinito con un horizonte lleno de luz, de aguas calmas, de divina paz y felicidad. Tenemos que recordar que en toda gran aventura que nos lleve a un final feliz, siempre tendrá que haber retos, aquellos que se presenten para definir cuan fuerte es nuestra determinación y nuestra complicidad, retos que se presentan con truenas, lluvia y una marejada llena de grandes olas, que sacudirán nuestro barco queriéndonos hacernos volar y caer al agua, donde solo nos espera la incertidumbre de no saber si sobreviviremos o acabaremos en la oscuridad de sus profundidades donde sentiremos que nos falta aire a los pulmones.
Contigo encontré mi par, mi compañera de viajes, con quien deseo vivir esas aventuras y arriesgarme a mar abierto, si ver que hay más allá, si tener tierra a la vista, sin tener una brújula, solos tu y yo con el placer de nuestra compañía, viviendo, sí, únicamente viviendo de lo único que nos completa, que nos hace sentir vivos, que nos llena el corazón de un sentimiento único y mágico lleno de esperanza de que en algún momento aparecerá el lugar perfecto para desembarcar.
Somos atrevidos, nos miramos atrás para ver que quedó en el puerto, no nos preocupamos de provisiones por que sabemos que encontraremos la manera de sobrevivir, que siempre nos tendremos el uno al otro valiéndonos de nuestra inteligencia, de nuestra astucia y sobretodo, de nuestra increíble conexión para solucionar cualquier problema.
Es un viaje que nos lleva a lo desconocido, donde no sabemos a dónde nos lleva la marea, no nos gusta seguir las olas, nos gusta controlar el rumbo, pero estando contigo, no se siente tan mal, ya que lo único que necesito en la vida es estar a bordo contigo. Pero si hay algo de lo que jamás me quedarán dudas, son dos simples cosas, la primera, que será las mas maravillosa y grande aventura de toda nuestra vida, la cual nos dará mucho de que hablar en el futuro y la segunda, que siempre encontraremos ese lugar, ese momento, ese instante donde te pueda tomar de la mano y bajamos del barco y pisemos tierra juntos, donde el sol nos de a la cara, la brisa nos acaricia, el sonido de las olas nos de nostalgia del viaje, el aire en las hojas de los árboles nos den la bienvenida y donde una nueva historia nos esperará con nuevas aventuras pero que seguramente seguiremos afrontando siempre juntos, tu y yo, entre la paz y la tormenta.
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