me pusiste en un casillero estéril
bajo la blanca y turbia luz de tu mirada
un experimento sin límites para absolutamente nada.
mediste mi risa en tubos de ensayo,
calculaste el peso de mi emoción,
agitaste el aire, forzaste un hallazgo,
y lograste la reacción.
dibujaste gráficos sobre mi cuerpo,
tomaste notas de mi piel
quisiste probar
si mi latido encajaba en tu fiel recuerdo del ayer
o si era un fallo que había que archivar.
y cuando no diste con la respuesta,
cerraste el cuaderno, cambiaste de piel
yo, frasco vacío en tu mesa de pruebas
sigo esperando saber para qué.
-peeperita.
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