después de regar el suelo
las ocasiones claras
se revolvieron
con el arrebol que incendia el cielo
el tonto arrebató de mi subida
una inefable efervescencia
interrumpida
que nadie repuso
y que ni yo sabia que existia
los tocadiscos en desuso
juegan a tener muchas vidas
con cálamo azul difuso
colorean mi salida
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