Siento, sueño, sostengo, suspendo…
Roce, rito, ras
Si estamos cerca no hay nada dispar.
Ahora no estás
Sostengo el último roce de tu calor
Y los recuerdos se ramifican
como un run run tranquilizador.
Son memorias en mis ojos, que siguen por mi respiración,
bajan por mis brazos y llegan al ras de la explosión
Sueño con ese espacio, el suspensivo rito de a dos.
Ahora la costumbre es pisar el ras del abismo
sosteniendo el rito del nuestro encuentro
buscando el roce y la sensación
porque el suspenso de este sueño
no sostiene ritos, sino fuego.
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