Más allá de los sentidos: la historia de Franco y Miray

Más allá de los sentidos: la historia de Franco y Miray

Este mundo es un fragmento de la verdadera realidad percibida por nuestros sentidos comunes. Pero que sucede cuando percibimos más allá de lo que racionalmente concebimos… Entonces conocemos la verdad (Sabiduría Cabalista, extraído del articulo on line de Kabbahla.info)

CAPITULO I EL INICIO

Dana estaba más que ansiosa por la llegada en cualquier momento de su primer hijo. A pesar que le faltaban cuatro semanas para la fecha indicada por el médico, su intuición le decía que su hijo nacería antes. Para calmar un poco sus nervios optó por alistar el maletín con sus pertenencias y las del bebé en caso tuvieran que ir de emergencia al hospital. Corrió las cortinas de su dormitorio para calentarse con los tenues rayos de sol del atardecer y sentada sobre su cama observaba con ternura las ropitas que había elegido para su niño cuando saliera de la clínica.

-Dana. Su nombre mencionado a través de un susurro irrumpió en su oído izquierdo, quebrantando su tranquilidad. Pensó que había sido una mala jugada de sus sentidos, tal como le explico el medico cuando ingreso por emergencia al hospital. Aún recordaba ese día, eran cerca de las cinco de la mañana estaba por amanecer, la presión que hacia el bebe sobre su vejiga hizo que se levantara de la cama para ir a miccionar por quinta vez. Entonces la vio. Aquella mujer de cabello negro hasta el hombro con un camisón blanco y la mirada cabizbaja. Quiso regresar al dormitorio y al apresurar el paso por el susto que se había llevado, resbalo cayendo de bruces. Una hora después estaba en una camilla hospitalaria siendo examinada al milímetro para verificar que no haya tenido complicación alguna. Su esposo y su madre habían tratado de calmarla diciéndole que algunas embarazadas por deficiencias vitamínicas tienden a sufrir de alucinaciones, que no debía preocuparse. Pero Dana insistía en que lo que había visto era real, una mujer había estado junto a la escalera en su casa. Antes que le den de alta, su médico de cabecera le explico que cuando una mujer está embarazada sus sentidos se agudizan, pues va a ver, oler y oír por dos personas, y a veces esto junto con el cansancio por las malas noches debido al peso de la barriga, provocan algunas jugadas a los sentidos. Dana quiso creerle.

Ensimismada en sus pensamientos y tratando de encontrar una respuesta lógica para lo que había escuchado, fue invadida nuevamente con el llamado de su nombre. Quiso hacer caso omiso, se puso de pie y cuando intento salir de la habitación alguien la tomó por el brazo. Dana dio un grito y zafándose de quien la estuviera tocando, huyo hecha un manojo de nervios no solo del dormitorio sino también de su casa. Cuando su esposo retorno del trabajo encontró a Dana totalmente alterada, sentada al pie del umbral de la puerta de la casa. Decidió llevarla al hospital pues cuando Dana intento ponerse de pie le vino un fuerte dolor abdominal. Esa noche Dana estaba trayendo al mundo a Franco, su regalo divino como lo llamaba ella, pues con la llegada de Franco dejo de ver y oír a la

extraña mujer. La última vez que la diviso, fue la noche antes que saliera de alta del hospital. Estaba dormida, sintió a Franco llorar cuando volteo hacia la cuna donde lo había dejado la enfermera para que Dana lo amamantara, la vio. Llevaba el cabello suelto, pero ya no estaba con el camisón, sino que ahora tenía puesto encima una bata color crema, acariciaba a Franco. Dana se sobre sentó y le dijo que se vaya, que se aleje de su bebé. La mujer solo sonrió y se alejó lentamente por el pasillo del pabellón donde estaba internada Dana.

Franco era un niño risueño y dócil, su cabello ondeado dorado y sus ojos vivaces hacían que todas las maestras en el jardín de infantes lo adoraran. Por eso a Dana y su esposo les llamo la atención cuando la profesora pidió una reunión con ellos debido al comportamiento de Franco.

-Gracias por venir. Estaba preocupada porque Franco siempre ha sido un niño muy amable por eso nos pareció extraño que reaccionara de esa manera hoy en el patio de juegos. Inicio la reunión la maestra, ante unos atentos padres. La maestra prosiguió:

-Estaba jugando solo en un rincón y ante la insistencia de uno de sus compañeros para que se uniera al juego que estaban haciendo en grupo. Franco lo empujo, ocasionando que el niño se dé un golpe en la cabeza. En realidad el golpe no es grave pero quisiera que hablen con Franco para que aprenda a manejar sus emociones. Cuando le preguntamos porque había empujado a su amiguito, respondió que no había sido él, sino la niña con la que jugaba. Dana y su esposo se miraron el uno al otro sorprendidos. Ante su reacción la maestra les explico que no hay de qué preocuparse, es normal que a esa edad los niños tengan amigos imaginarios, lo que no está bien es que justifique sus malos comportamientos en ellos:- Es cuestión de conversar con el nada más, les dijo.

A Dana le costó mucho que Franco dejara a su amiga imaginaria, al parecer no diferenciaba bien la realidad de la imaginación. Un día mientras lo llevaba al parque le dijo: – Franco hijito, ¿cómo dices que se llama tu amiga?. Franco extrañado miro a su mamá, pues sabía que a ella no le gustaba cuando jugaba con Aysel. Ante la insistencia de su madre, Franco respondió con voz bajita:

– Aysel, pero tú no la quieres. Dana se puso de rodillas para quedar a la misma altura de su hijo y le explico: –Solo tú puedes ver a Aysel por lo tanto ella no es de aquí. Ella vive en un mundo diferente al nuestro y ahí debe quedarse, pues es peligroso que venga, porque un día querrá quedarse para siempre y se va a debilitar hasta desaparecer por completo y su familia sufrirá. Por lo tanto cada vez que la veas debes ignorarla, así ella ya no querrá regresar y se quedara feliz en su mundo con su familia. Franco sonrió y pensó que su mama tenía razón entonces le dijo: –Mamá estas en lo cierto porque ella me conto que tiene una hermana que esta triste porque ya no puede jugar con ella, por eso viene a jugar conmigo. Mamá en el mundo de Aysel debe haber pegasos, porque los pegasos son muy lindos y Aysel es linda también. Voy hacer lo que me dices. Franco le dio un beso a Dana y se fue corriendo a los juegos del parque. Dana se quedó

mirando a su hijo creyendo que todo este episodio era producto de la imaginación de Franco así como lo de ella con la mujer cuando estuvo embarazada de él.

CAPITULO II MIRAY CONOCE A FRANCO

¡Miray no piensas ir a la escuela ¡. Gritaba desde la planta baja una desesperada madre por intentar que su hija se levantara de la cama, mientras luchaba contra el reloj.

Miray era una delgada adolescente de dieciséis años. Poseedora de unos enormes ojos oscuros y mirada traviesa. Amaba el baile y salir con sus amigas. Su belleza exótica, mezcla de sangre libanesa y turca, había sido su pase para que la contraten a temprana edad para publicidades en revistas de Turquía. Precisamente el día anterior había tenido una sesión de fotos para una marca de ropa y estaba muy cansada para levantarse temprano, pero sabía que si no lo hacia su madre le prohibiría que vuelva a modelar y sobre todo que vaya a la fiesta de cumpleaños de su amiga Bahar. Así que por más que quería quedarse unos minutos más en los brazos de Morfeo, se puso de pie para alistarse e ir a la escuela.

-Miray no voltees, pero ese chico nuevo no te quita la mirada de encima. Le comentaba entusiasmada Bahar a Miray, quien haciendo caso omiso a la advertencia de su amiga volteó sin reparos hacia donde se encontraba el muchacho para comprobar efectivamente que el chico nuevo de la escuela no dejaba de mirarla. Miray sonrió sosamente y siguió su camino como si nada pasara. Bahar algo desconcertada le pregunto: –¿Que paso?. No vas a salir con lo mismo de siempre. Miray se encogió de hombros y le dijo a su amiga: – Bahar que puedo hacer, no me gusta. No puedo forzar a mi corazón que sienta algo que no es.

Bahar realmente no entendía a Miray. Más de un chico quería andar con su amiga, pero ella siempre salía con esas cursilerías del corazón y los sentimientos. Nadie siente eso a primera vista, eso se da conforme vas conociendo a la persona. Todas las chicas del grupo tenían novio a excepción de Miray, pero a ella parecía no preocuparle ya llegara el indicadosolía decir.

Llegaron al salón donde se impartía la clase de ciencia. Antes de colocarse los mandiles Bahar le dijo a Miray: –Bueno amiga solo te digo que te intereses pronto por algún chico, pues así como vas, no tendrás con quien ir al baile de fin de año de la escuela. Tal vez en mi fiesta puedas animarte y eliges a alguien. Miray solo sonrió y pensó que la presión social de sus amigas porque tenga novio, pretendiente o alguien que le tire los perros, era más fuerte que la de su madre para que saque buenas calificaciones.

-Hola mamá. Miray saludo a su madre al entrar a casa, luego de regresar de la escuela. Se le notaba agotada. Su madre le recomendó que comiera y tomara

un descanso para que luego realice sus labores escolares, antes de que su padre la lleve a entrenar al gimnasio. Miray aceptó, realmente se sentía cansada, el día anterior la sesión de fotos había durado más de lo previsto, llegando tarde a casa. Almorzó, se lavó y fue directo a su dormitorio. Se colocó ropa más cómoda y se tumbó sobre su cama, se quedó mirando el techo pensando en lo que le había dicho Bahar: Si no consigues pretendiente o novio, no tendrás con quien ir al baile de fin de año” .Pero porque se preocupaba recién estaban iniciando el año, faltaba mucho aun, además no podía salir con un chico solo para tener con quien ir al baile. Si salía con alguien tenía que ser con un muchacho que le haga sentir cosas especiales, algo así como no tener que hablar para saber lo que piensa o siente. Y dando vueltas a ese pensamiento se quedó dormida.

La estruendosa Melodía de WelcoMe to the Junglede Guns ´n Roses despertó súbitamente a Miray. Sentía la música pero no sabía de dónde provenía, entonces justo en el momento en que iba a ponerse de pie para salir de su habitación y pedir que cambien de emisora, aunque le parecía raro que alguien de su casa este escuchando esa música, lo vio. Era un muchacho estaba parado junto a su tocador se le veía perdido, de no saber que estaba pasando. Vestía un jean y una camiseta negra, tenía el cabello ondeado casi dorado y sus ojos, sus ojos eran los más lindos que Miray haya podido ver en su vida. Se acercó hacia él, el muchacho solo retrocedió, quiso tocarlo pero desapareció no sin antes escuchar el grito de una mujer que como un eco que se perdía a lo lejos y decía: – ¡Franco apaga esa música¡.

Miray abrió los ojos, se sentía confundida con la extrañeza de ese sueño con aquel muchacho de nombre Franco.

CAPITULO III LOS SUEÑOS DE FRANCO

Franco se levantó intempestivamente de su cama, eran cerca de las 11 de la noche. Aprovechando que sus padres habían salido, encendió la lap top para escuchar música y no dormirse mientras realizaba una maqueta escolar, algo cansado se recostó cerro los ojos por cinco minutos y tuvo el más extraño de los sueños. De no ser por los gritos de su madre hubiera seguido estando en la habitación de aquella muchacha, cuyo rostro se le hacía familiar. Apagó la música, salió de su habitación, saludo a sus padres y bajo al primer piso para servirse algo de beber. Retorno a su habitación y fue a darse un duchazo antes de irse a dormir. Mientras se jabonaba recordaba el sueño que tuvo, estaba seguro que había visto a esa chica antes pero no recordaba donde. Pensó que tal vez eran esos tipos de sueños que tienen los adolescentes cuando sus hormonas comienzan a revolotear como dijo el profesor en la clase de biología y empezó a reírse solo.

Al día siguiente Franco se levantó muy temprano, antes de ir a la escuela pasaría por casa de su mejor amigo Freddy para cargar entre los dos la maqueta para el trabajo de Historia. Franco no era muy bueno en Matemáticas pero si en los cursos de letras, por lo que hacía un complemento perfecto con Freddy, él se

encargaba de los trabajaos de números y Franco de los de letras, así no se preocupaban por las notas al final de año, había sido una suerte que se conocieran desde los 12 años, pues si no la secundaria hubiera sido una tortura.

Al llegar a la escuela Freddy le dijo a Franco:-Hey ahí te espera tu club de fans. Un grupo de chiquillas bulliciosas liderada por una muchacha pecosa y chillona siempre esperaban a Franco en la entrada del colegio, el solo las obserevaba y reía de lo gracioso que se veían cuchicheando entre ellas cuando el pasaba. Si bien es cierto no pensaba salir con ninguna de ellas, le fascinaba la idea que estén detrás de él, le ayudaba a mantener el ego alto. Franco había cambiado cuando entro a la adolescencia, se puso más reservado, callado y de pocos amigos, en lugar de ir a las típicas fiestas de adolescentes prefería asistir a un concierto de heavy metal o a conciertos callejeros en las plazuelas de su barrio, no le gustaban las peleas pero si tenía que lidiar con una de ellas para defender alguna causa justa no lo dudaba.

Iba conversando con Freddy por el pasillo sobre el trabajo, cuando la chiquilla pecosa se interpuso entre él y Freddy y dijo: – Hola Franco. Mira yo sé que no vas mucho a fiestas pero el próximo sábado es mi cumpleaños y me gustaría que vayas, ah y tu también Freddy. Irán todos los chicos de la escuela. Freddy sonrió a la muchacha, mientras que Franco se quedó mirándola y luego de unos minutos dijo: –Okey Carolina, iré, no te preocupes. Más bien gracias por incluirnos. La muchacha se alejó dando saltitos, mientras que Freddy no daba crédito a lo que había oído.

-¿En verdad vas ir a la fiesta de Carolina?. Franco empezó a reír ante el asombro de su amigo, tan raro era que asista a una fiesta. Entonces le dijo: –Por qué te asombras tanto Freddy. El que no me gusten las fiestas no quiere decir que no vaya a ninguna. Además hay que ser educados, Carolina tuvo la gentileza de invitarme personalmente, a ese tipo de cosas no se le hace desaire. Freddy pensó que después de todo Franco no era tan hermético como aparentaba y pensando esto se atrevió a preguntarle: –¿Y al baile de graduación iras?. Franco miro a Freddy de tal forma que este por un momento se arrepintió de haber preguntado. Franco respiro hondo y le dijo:-Eso es distinto son imposiciones sociales, no soy un borrego para hacer lo que otros digan. Freddy pensó que tal vez para fin de año su amigo cambiaria de parecer.

Esa tarde después de la escuela, Franco bajó hacia la playa. Vivía cerca de un balneario y el malecón estaba a cuatro cuadras de su casa. Iba todas las tardes que podía a correr, era una forma de relajarse o des estresarse cuando algo no había salido como quería. Esa tarde el motivo por el cual corría era porque no podía sacarse de la cabeza el sueño que tuvo por unos minutos la noche anterior, por más que quería dejarlo en el olvido se le venía a la mente una y otra vez el rostro de aquella muchacha y el intento por tocarlo, parecía tan real y ella era tan bonita. Corrió cerca de dos horas, hasta quedar totalmente exhausto, entonces regreso a su casa.

Durante la cena Dana y su esposo bromeaban, mientras que Franco solo ingería los alimentos y sonreía de vez en cuando. Al término de la cena y al ver a su hijo pensativo, Dana le pregunto a Franco: –¿Te pasa algo?. Franco se encogió de hombros y negó con la cabeza, se acercó donde su mamá y antes de ir a su dormitorio le dijo: –Estoy cansado, además ayer tuve un sueño medio raro, debe ser porque no salgo hace tiempo.

Dana sonrió y le dijo a Franco: –No sales y paras escuchando esa música que vuelve loco a cualquiera. Franco más relajado sonrió y le dijo a su mamá: –El próximo sábado tengo una fiesta, el cumpleaños de una compañera, voy a ir. Ahora creo que me voy acostar temprano, aprovechando que no tengo nada que hacer para la escuela. Terminó de hablar con su mamá y se fue a su dormitorio. Encendió el televisor a un volumen bajo, busco uno de esos canales que emiten películas europeas y programo el apagado automático por si se quedaba dormido antes de tiempo. Entonces sin saber cómo hizo stop en un canal de series turcas, jamás había visto novelas y mucho menos una turca, y mientras veía los paisajes y lugares que se presentaban recordaba a la muchacha de su sueño y sin saber en qué momento se quedó dormido.

Todo estaba en silencio, la cama era súper blanda y un ligero olor a flores provocaba que se sienta de lo más cómodo. Al momento de darse la vuelta sintió un bulto, abrió los ojos y vio que al lado de él estaba durmiendo aquella chica. Miro alrededor y vio que estaba de nuevo en esa habitación decorada con adornos turcos. Quiso ponerse de pie pero el rostro casi perfecto de la muchacha hizo que quedara contemplándola por unos minutos, parecía una princesa del medio oriente. Y entonces la muchacha abrió sus enormes ojos oscuros, estuvo a punto de dar un grito pero Franco instantáneamente le tapó la boca. Ella no tuvo más reparo que morderle la mano para luego increparle: –Que demonios haces acá. Franco se puso de pie, estaba sin polo y Miray al verlo no pudo evitar sonrojarse. Franco se sonrió y entonces le dijo: –No sé, yo estaba durmiendo en mi cama y de pronto aparecí en este lugar. Debe ser que tú me has llamado con el pensamiento. Miray vio por la ventada de su dormitorio y noto que ya estaba a punto de amanecer, entonces algo nerviosa dijo: –Bueno como sea, debes irte ya va amanecer y como comprenderás mis padres no pueden verte. Al escuchar esto Franco empezó a reír. Miray entonces se acercó hacia él y le dijo: –Que te parece tan gracioso. Franco la miro fijamente y sin dejar de reír le contesto: – Cómo van a verme tus padres si solo soy parte de un sueño. O acaso cuando estas despierta desayunando o en tu escuela me ves. Miray bajo la mirada, y tuvo tristeza al saber que Franco solo existía en sus sueños, tal vez de tanto pensar en el chico ideal había creado una versión en su mente, había creado al chico de sus sueños. Entonces Miray algo acongojada regreso a su cama, se recostó, cerró sus ojos y susurro:-Hasta luego Franco.

Franco se despertó asustado, miro el reloj que estaba en su mesita de noche era un poco más de la media noche. Había escuchado a la muchacha decir su nombre, dijo Franco, pero como lo sabía. Después de mucho divagar llego a la

conclusión de que en los sueños todo es posible, pues recordó aquella vez que soñó de niño con Superman y le decía Franco ven a volar conmigo por el mundo. Esto había sido algo similar. Pero definitivamente tenía que salir, de tanto aislarse ya estaba fantaseando con una chica que solo existía en su mente.

CAPITULO IV LOS ENCUENTROS ENTRE FRANCO Y MIRAY

-Por Dios Miray, en qué piensas. Estoy que te hablo de mi fiesta y tu ni caso. Bahar le reclamaba el poco interés de Miray hacia su conversación, es que por más que le buscaba lógica a sus sueños no la encontraba. Ante las quejas de su amiga, Miray se disculpó y luego le pregunto:-Bahar, tu sabes interpretar sueños. Bahar miro extrañada a Miray, nunca habían conversado sobre ese tipo de cosas. Miray era algo escéptica en lo referente a destino, sueños y cosas afines, romántica si pero supersticiosa no. No pudo con su curiosidad y le dijo:-Yo no sé nada de eso Miray pero si me cuentas que pasa, yo te puedo llevar donde una persona que trabaja interpretando sueños, leyendo cartas y prediciendo el futuro. Miray se quedó mirando a Bahar con duda, era su amiga siempre compartían cosas pero sabía muy bien cómo iba a reaccionar cuando le diga que sueña reiteradas veces con un muchacho que no conoce. Iba a paporretearle todo el sermón de que necesitaba tener un novio, alguien que la saque de esa rutina en la que vive y todas esas cosas que escuchaba a diario. Dio un hondo suspiro y dijo:-No es nada, he soñado en más de una oportunidad con fruta y como ha sido el mismo sueño, creo que tal vez es señal de algo, solo eso.

Bahar le comento que si quería salir de la duda y estar más tranquila podía llevarla luego de la escuela al barrio de Santa Sofía, donde una amiga de su mamá, que tenía su consultorio esotérico. Miray acepto, total nada perdía y tal vez así dejaba de estar preocupada.

Madame Zeynep así se hacía llamar la esotérica amiga de Bahar. Vivía en una pequeña casa antigua decorada con algunos azulejos. Era muy reservada respecto a la información de sus clientes, por tal motivo le pidió a Bahar que se quedara en la salita de estar mientras iba con Miray a la habitación del segundo piso para su respectiva sesión. A Miray esto le pareció lo más acertado, pues no quería estar oyendo los comentarios de Bahar respecto a sus fantasías y soportar su presión para que consiga novio.

-Bueno Miray, ya estamos solas, puedes contarme con confianza lo que te sucede. Aunque por tu mirada puedo deducir que se trata de amor. Miray miro fijamente a la mujer y solo sonrío ante su deducción. Esta cogió ambas manos de Miray, cerró los ojos y le dijo: –Ves no me equivoco, hay un muchacho que ronda tus pensamientos. Cuando te encuentras con él, sientes que serias capaz de dejar todo con tal de tocarlo o besarlo. Pero algo te detiene.

Miray aparto rápidamente sus manos de la señora. Le asusto un poco la idea de que ella pudiera ver lo que sentía. La mujer abrió los ojos y más relajada, le dijo:

–Te escucho.

Miray no sabía por dónde comenzar, como explicar que piensa y podría decirse que hasta desea a un chico que solo existe en sus sueños. Tratando de encontrar las palabras correctas, dijo: –Quisiera que me diga que significa soñar siempre con la misma persona. Es decir tengo sueños reiterativos con un muchacho, siempre aparece en mi dormitorio conversamos y luego se va. Pero lo raro es que yo no conozco físicamente a Franco.

Madame Zeynep miro con detenimiento a Miray, sabía muy bien lo que había percibido cuando toco sus manos, la muchacha estaba enamorada, su frecuencia de aura lo decía y eso nunca fallaba. Alguna vez se topó hace unos años con una persona similar en su visita a Marruecos, pero no podía decir nada hasta comprobarlo por completo. Sonrió y le pregunto: –Miray pero si dices que solo existe en tus sueños como es que sabes su nombre. Miray se puso nerviosa, pensó que lo que diría iba a sonar más extraño que contar que conversaba con un muchacho mediante sueños, pero ya estaba allí y tal vez esa señora pueda ayudarla a poner fin a todo eso, así que le dijo:-Bueno escuche a una mujer, creo que era su madre cuando lo llamaba. Zeynep se puso de pie, busco entre sus cosas y trajo un pequeño frasco, se paró al lado de Miray y le dijo: –Ok, para saber el significado completo debes soñar nuevamente con él. Así que vas a beber un poco de este mate relajante, estarás algo así como hipnotizada. Podrás soñar pero escucharas también mi voz, así que yo guiare tu sueño. Estás de acuerdo

Miray pensó en los pros y los contras de todo eso, peligro no encontraba pues afuera estaba Bahar la cual podría sospechar algo si se demoraba más de la cuenta, además la señora Zeynep era amiga y tal vez hasta guía espiritual de la mama de Bahar, así que sería de confianza. Entonces sin más preámbulo, y con el corazón que le latía a mil, Miray acepto.

-Donde estoy, qué es todo este desorden?. Miray observaba todo a su alrededor, era un dormitorio más pequeño que el de ella, posters de cantantes de rock, camisetas tiradas por el suelo y sobre la cama estaba Franco. Llevaba puesto un short y un bividi, sobre su cuello estaban sus audífonos al parecer había estado escuchando música y se quedó dormido. Había también un cuaderno y un lápiz sobre su cama, parece que había estado resolviendo algunos problemas de algebra pero no los había finalizado. Miray se quedó contemplándolo, sonrió de verlo así dormido como un niño. Y mientras lo miraba escucho a lo lejos la voz de Zeynep que le susurraba. Miray estas con Franco. Ella asintió con la cabeza. Luego se aproximó a él, se sentó sobre su cama al lado de los pies y le dijo: –Hola Franco.

Franco se restregó los ojos, se sobre sentó, no podía creer lo que veía. Era la chica de sus sueños. Tratando de ocultar su emoción se sacó los audífonos mientras le dijo a Miray:-Vaya te gusta dar sorpresas. Pero por lo menos hubieras dado una pista que vendrías, así arreglaba un poco el lugar. Miray empezó a reír y le contesto con el mismo argumento que él le dijera días anteriores: –Claro como no se me ocurrió antes. Recuerda que solo soy un sueño y hasta donde

sé en los sueños no hay celulares. Franco se sonrió, pensó que para ser solo un sueño, aquella chica era demasiado lista. Se quedó mirando a Miray y comprobó dos cosas: Uno que llevaba puesto algo parecido a un uniforme escolar y dos que llevaba en un dije inscrito su nombre. Se puso de pie y le dijo: –Y que haces acá Miray, no deberías estar en la escuela. Miray volvió a sonreír, le encantaba cuando Franco quería sacarla de sus casillas, pero no quería discutir así que respondió amablemente: –Acá en Turquía son las 4 de la tarde, ya salí de la escuela. Fui a visitar a una amiga y como estaba algo estresada a causa de un muchacho que se aparece constantemente en mis sueños, bebí un té relajante y ya ves me dormí.

Franco no dejaba de mirarla, ahora comprendía la razón de su belleza exótica y por qué le había agarrado gusto a las series turcas, aunque a veces le parecían muy dramáticas. Se sentó al lado de ella, quedando solo a unos centímetros, podía sentir su olor a flores, su respiración entre cortada, se aproximó un poco más y noto el nerviosismo de Miray y eso lo enloquecía, entonces le dijo: –Ok señorita pero acá en Latinoamérica son las 11 de la noche, debo descansar pues mañana debo ir a la escuela muy temprano. Así que no puedo tener distracciones.

Miray se puso de pie rápidamente, y entre la excitación y el enojo le respondió:– Eres un grosero. Tú irrumpes en mi dormitorio cuando quieres y nadie te dice nada. Pero no te preocupes ya me voy. Ah y por si acaso el valor de X en tu problema de algebra es 6, así podrás ir a tu escuela tranquilo.

Franco abrió los ojos súbita mente, aun podía sentir el perfume de la chica turca, de Miray. Se sentía inexplicablemente feliz por haberla tenido tan cerca. Cogió su cuaderno de matemática y coloco el número 6 en el problema que no lograba resolver y de pronto como por arte de magia comenzó a entender el resto de ejercicios. Luego de finalizar la tarea, en la ultima hoja de su cuaderno anoto el nombre de MIRAY remarcandolo más de una vez y mientras lo hacía recordaba una y otra vez aquel bello rostro turco.

Cuando despertó Miray, Zeynep estaba boquiabierta. Miray sin más preámbulos le pregunto:- Porque no me seguiste hablando. Zeynep no sabía cómo explicarlo, solo atinó a decir: –Miray yo continúe hablando, pero tú no me escuchabas, lo cual me sorprendió porque la bebida que te di es solo un relajante, no bloquea tus sentidos, La única explicación que puedo darte es que sea cual fuera la señal o mensaje que te quieren dar esos sueños, solo tú puedes interpretarlos. Pues la conexión que tienes con tu sueño es muy fuerte va más allá de lo que puedas sentir con los sentidos que conocemos.

Miray escuchó atentamente, mientras concluía por enésima vez que definitivamente su deseo por encontrar un chico que le altere los sentidos era tan fuerte que había logrado una conexión única con Franco, el chico que solo vive en sus sueños. Se paró, cogió su bolso y antes de salir le dijo a Zeynep: – Gracias por todo, si necesito que me ayudes nuevamente puedo volver?. Zeynep

asintió con la cabeza y apenas salió Miray, se puso a revisar unos apuntes que tenía sobre la persona que conoció en Marruecos.

Bahar no paraba de llenar de preguntas a Miray sobre lo que le dijo Zeynep. Ante tanta insistencia, Miray le dijo:- No es nada preocupante. Significa que estoy deseando mucho algo y no logro concretarlo. Ahora hay que descubrir cuál es ese deseo para poder buscar la solución y poner fin a todo esto. Bahar cuando escucho la explicación de Miray exclamo: – Ay Miray es más que obvio, lo que estás buscando es un novio.

Miray abrazo a su amiga, empezó a reír y pensó que Bahar no estaba tan lejos de la realidad

-Como resolviste toda la tarea de algebra, si ya no me volviste a llamar?. Le pregunto Freddy a Franco, el cual totalmente distraído respondió: –Fue gracias a Miray. Freddy se quedó más confundido que cuando le hizo la pregunta, entonces surgieron nuevas dudas. –A ver Franco quien es Miray?. Franco cayó en la cuenta que por estar pensando en los ojos de Miray, había hablado más de la cuenta. No encontrando otra salida, no le quedó más remedio que decir: –Es una chica turca.

Freddy abrió los ojos como si se le fueran a salir. Cuando había conocido Franco a una chica turca y lo más raro es como Franco se comunicaba con ella, pues el solo habla español. Franco no teniendo respuestas concretas para darle a Freddy, y solo para salir del paso, le dijo: –Te cuento luego, ya va a comenzar la clase.

A la hora del receso Freddy no pudo más y encaro a Franco: –Bueno soy tu amigo o no. Me vas a decir ahora lo de la chica turca. Franco ya había pensado en algo para excusarse, así que no se le ocurrió mejor cosa que decirle a Freddy:

-Es una chica que conocí por internet, no te conté porque tal vez no es lo que dice. Tú sabes que en el internet puedes decir que eres hasta Presidente de un país. Sobre el idioma pues simple uso traductor en línea.

Freddy dudaba de la respuesta, pues Franco no era de los que buscaban novia por internet, aunque era tan cerrado que no contaba sus cosas y tal vez sea uno de sus secretos. Así que le aconsejo que si quería cerciorarse de que si realmente esa turca era lo que decía, pues debía hacerle un seguimiento virtual, para eso estaban las redes sociales. Franco sonrió pues sería muy raro que una chica que solo vive en su cabeza tenga Facebook.

Esa semana era una de las más difíciles para Franco, pues eran los exámenes parciales en su escuela y ese año se les había ocurrido que en la programación escolar de los alumnos del último año debían llevar tres cursos de matemática: Algebra, trigonometría y aritmética. Freddy lo había estado ayudando pero no quería abusar de su amigo pues con las dos horas que bajaba a la playa a correr, llegaba tarde para estudiar a la casa de Freddy, así que había decidido probar suerte el solo. Eran casi las ocho de la noche y no pasaba de resolver dos de los

diez ejercicios de trigonometría. Sentado sobre la silla giratoria delante de su escritorio pensó que en cualquier momento le explotaría el cerebro, tiro los lápices y cerró los ojos mientras se llevaba las manos a la cabeza. Entonces la escucho: –Esta vez el que me llamo fuiste tú. Levanto la mirada y parada junto a él estaba Miray. Se le veía graciosa con su pequeño camisón color rosa. Franco se sentó correctamente y sin dejar de sentir una satisfacción plena por volverla a ver le dijo: –Que tan buena eres con las matemáticas?. Miray se acercó para hojear los ejercicios de Franco y mientras lo hacía Franco la observaba embelesado. Miray se dio cuenta de que Franco estaba más concentrado en ella que en el curso, entonces lo reto: –Ok Franco si quieres que te ayude deja de mirarme así. Franco se puso de pie, camino de un lado a otro, respiro hondo y acepto el trato, escuchando con atención la explicación de Miray. Cuando abrió los ojos, ya no estaba Miray pero sentía ese perfume característico en ella. Cogió su lápiz y se puso a resolver la práctica, en menos de una hora logro finalizar todo. Se ducho rápidamente, bajo a cenar y subió a su dormitorio. Había estado sacando cuentas y la diferencia de horarios que había entre Miray y él era un promedio de 7 a 8 horas, entonces si se acostaba temprano podría soñar con Miray cuando ella este por despertar. Pensó en lo raro de sus conjeturas, no podía creer que se ilusione tanto con alguien que solo existe en su imaginación y pensando en eso se quedó dormido.

Te alcance con las justas. Franco sorprendió a Miray cuando ésta disponía a levantarse. Miray quiso abrazarlo pero se contuvo, no quería demostrar interés, así Franco sea solo un chico producto de su imaginación no estaba bien mostrar que le gustaba. Así que tratando de ser algo sarcástica le dijo:–Vaya parece que alguien no puede dejar de pensar en mí. Franco se rio ante el supuesto desinterés de Miray y aproximándose de tal manera que Miray pensó que en cualquier momento Franco se colocaría sobre ella para besarla, le dijo: –No te hagas ilusiones muchachita turca, solo quise agradecerte por la ayuda en matemáticas. Ahora voy a descansar.

Miray se levantó para ir a la escuela, llevaba una sonrisa que le duro el resto del día.

CAPITULO V LAS MARCAS DE FRANCO Y MIRAY

-Mamá que tal me veo. Miray llevaba puesto un vestido color perla de tirantes y unas sandalias doradas. Su cabello suelto y el ligero maquillaje en sus ojos resaltaban su belleza. Su mamá la abrazo y le dijo que estaba hermosa como siempre. Ya casi serían las ocho de la noche y su padre la llevaría a la casa de Bahar. Le recordó que la estaría recogiendo a las dos de la mañana y que no bebiera alcohol. Miray sabia las reglas de memoria pero sus padres siempre se las recordaban cada vez que podían a modo de prevención.

Llegó a la casa de Bahar y esta la recibió con un fuerte abrazo, a la hora que ingresaron al jardín donde se llevaba a cabo la reunión, le dijo pícaramente:- El chico nuevo te ha estado esperando. Miray solo sonrió.

-Franco no podrás negar que esta es la mejor fiesta a la que has venido. Freddy se tomaba la décima cerveza, mientras que Franco con esa lata completaba la docena. Carolina había organizado una fiesta parrillera, había comenzado temprano a la hora de almuerzo. Había comida y bebida por donde miraras. Franco y Freddy estaban esperando que sean las cinco de la tarde pues a esa hora tocaría un grupo de rock en vivo.

Miray se estaba divirtiendo a lo grande, si bien es cierto había prometido no beber, no pudo resistirse al champagne que ofrecieron para el brindis cumpleañero. El chico nuevo de la escuela había aprovechado esa alegría de Miray para acercarse a ella e invitarla a bailar.

-Franco si te gusta el rock vamos a bailar. Carolina aprovechando ese entusiasmo inusual en Franco, tomo de su mano para llevarlo a la pista de baile mientras tocaba la banda de rock que su padre había contratado para celebrar su cumpleaños.

Carolina abrazaba a Franco, y en el momento en que él iba a besarla vio a Miray. Un chico colocaba sus manos sobre su rostro. Franco soltó a Carolina y se fue hacia el otro extremo de la pista, se colocó justo detrás del chico con el que estaba bailando Miray y cuando éste quiso tomarla por la cintura, Franco lo cogió por los hombros le dio media vuelta y le zampo un puñetazo en la cara que lo hizo caer. La música dejo de sonar todos voltearon a ver a Franco, cuando este reacciono vio que al hacer la maniobra del golpe había botado un enorme alambique que adornaba el jardín y que cayó sobre uno de los maceteros partiéndolo en dos. Franco pensó que había bebido más de la cuenta y que había estado alucinando. Pidió disculpas, le dijo a Carolina que pagaría los daños y se retiró.

Todos en la casa de Bahar se quedaron viendo como el chico nuevo de la escuela quedo tendido sobre el piso con la nariz rota. Miray solo atinó a decir que no le gusto como la toco y salió corriendo de la casa. Ya iban a ser las dos de la mañana y justo en ese momento llegaba su papá. Durante el trayecto a casa no dijo nada solo pensó que no fue buena idea beber esa champagne, había alucinado con Franco en plena fiesta. Nunca había visto a Franco sin estar dormida.

Franco camino hasta su casa, trataba de poner en orden su cabeza, estaba seguro que todo eso que había visto era producto de la cerveza que había tomado más de la cuenta. Llego a su casa, cogió su llave que siempre la llevaba colgada en el cuello, abrió la puerta y entro hasta su cocina a beber un vaso de agua. Su madre estaba viendo televisión. El la saludo con la mano y subió rápidamente a su dormitorio no quería que se diera cuenta que había bebido. Se sacó la camiseta y el pantalón, quedándose en bóxer y se tiró sobre su cama si bien eran recién las siete de la noche, la ingesta de alcohol y todo lo que había pasado por su mente lo habían agotado.

Miray seguía echada sobre su cama desde que llego, no se había cambiado. No podía dejar de pensar en lo que había pasado en la fiesta, pensó que tal vez se estaría volviendo loca. Eran casi las tres de la mañana, cerró los ojos en un intento de dormir y entonces sintió su piel estremecerse por completo.

Sentía las suaves caricias que pasaban una y otra vez por sus brazos, por su rostro, como pequeños destellos de corriente. Abrió los ojos y vio a Franco con el dorso desnudo sentado al lado de ella. Tomó su mano y lo aproximó hacia su pecho. Acaricio sus labios, sentía que el corazón se le iba salir en cualquier momento de lo fuerte que latía, pudo escuchar también los latidos acelerados de Franco y su respiración entrecortada. Si estaba soñando no quería despertar jamás. Franco no pudo resistirse y se dejó llevar por el deseo. Besó a Miray como jamás había besado. Miray respondió acariciándole el pecho y propinándole besos por el cuello. En un momento en que Miray besaba el oído de Franco, ésta le susurro lentamente: –No me dejes. Franco sintió tal excitación que mordió el labio de inferior de Miray, y en el momento en que el posaba sus manos por debajo de su vestido, ambos despertaron ante el timbre insistente del celular de Franco, era Freddy.

-Franco estas bien?. Franco saliendo del trance en que se encontraba le respondió sosamente a Freddy con un sí. Le dijo que le dolía la cabeza a causa de la cerveza, que mañana hablarían. Colgó y maldijo por un momento la llamada de Freddy, pero tenía que admitir que era un buen amigo. Se fue al baño a darse una ducha de agua helada para calmar los pensamientos que había tenido recientemente. Luego de ducharse, se puso unos shorts con un bividi, no lograba conciliar el sueño así que bajo a prepararse un sanguche. Cogió un poco de pan, abrió el refrigerador para sacar el jamón y justo en el momento que cerraba la puerta de la conservadora, su madre lo coge por el brazo y le recrimina: –FRANCO VALENZUELA ME PUEDES EXPLICAR QUE SIGNIFICA LA MARCA QUE LLEVAS EN EL CUELLO. Franco totalmente

extrañado solo atinó a decir: –Mama cálmate y de que marca hablas.

Su madre lo llevo hasta el espejo de la sala y le dijo: –De esta marca, de la que te dejo alguna chica con la que habrás estado… La madre de Franco guardo silencio y solo dijo:-Franco si estas saliendo con alguna chica, es mejor que te cuides. Creo que deberías hablar con tu papá.

Franco se quedó atónito, con la última chica que había estado en una situación comprometedora había sido Miray, claro ella lo beso en el cuello. Pero no podía dejar marca alguna pues era irreal solo era producto de su fantasía. Esa noche Franco no durmió pensando en lo que le estaba pasando.

Miray se levantó al día siguiente muy temprano. Cuando fue a cepillarse los dientes vio que en el labio inferior tenía una herida, como si alguien la hubiese mordido. Se asustó de pensar en la idea que Franco le haya provocado tal cosa y no por el hecho, sino porque Franco no existía y si no existía como entonces tenía una marca en su cuerpo por una acción que solo él había realizado.

Bajó a tomar desayuno cuando su madre la vio, le dijo entre broma y pregunta:–Miray quien te mordió el labio?. Miray derramo el vaso de jugo de naranja como reacción ante el comentario de su madre y mientras limpiaba la mesa intento dar una explicación que ni ella misma lograba creer.

–No sé qué pasó mamá. Ayer cundo llegue no tenía nada de eso, pregúntale a papá que fue el quien me recogió. Creo que es calor al estómago, por el exceso de comida tan tarde en la casa de Bahar. Tenía sesión de fotos hoy pero con esta herida, ampolla, bueno lo que sea no puedo ir, voy a llamar para avisar o mejor voy para que me vean y me crean.

Su madre le pregunto si quería que la acompañe, Miray dijo que no se preocupara porque sería algo rápido además luego iría donde Bahar para ayudarla a limpiar.

Cuando Miray salió de su casa llamó rápidamente a Zeynep. Le pregunto si podía atenderla, necesitaba ayuda urgente. Zeynep no tuvo reparo en aceptar.

-Miray que sucede, te escuche alterada cuando me llamaste?. Zeynep invitaba a pasar a Miray quien se encontraba totalmente desconcertada. Miray se puso delante de Zeynep y casi con lágrimas en los ojos le dijo: –Zeynep si no me das una respuesta coherente para lo que me sucede, entonces me volveré loca.

Zeynep le pidió a Miray que se calmara, tomara asiento y le relate lo que había sucedido. Al final de su narración Miray señalo su labio y le pregunto: –Como alguien que solo existe en mi imaginación puede dejar una marca en mí. Entonces Zeynep le dio una respuesta a Miray que la dejo más desconcertada de lo que ya estaba: –Es que quizás Franco no sea producto de tu imaginación, tal vez si sea real.

CAPITULO VI LA REALIDAD DE FRANCO Y MIRAY

-Hermano creo que ayer se te cruzaron los chicotes de tanta cerveza que tomaste, darle un puñetazo al alambique, Jajajjajajaja. Freddy estaba con Franco sentado en el muro del malecón, y lo que a él le parecía gracioso a Franco ya le estaba preocupando. Franco se puso de pie y bajo para la playa. Mientras caminaban cuesta abajo Freddy se percató de las marcas en el cuello que traía Franco a lo que exclamo: –Bien Franquito, alguien estuvo jugando más de la cuenta ayer. No me digas que la tal Carolina se aprovechó de ti cuando te jalo hacia la pista de baile, aunque no creo, es un poco mojigata. Ya pues mi hermano dime a donde fuiste anoche luego de la reunión en casa de Carolina. Franco se sobre paro y antes de contarle a Freddy lo sucedido, le dijo: – Freddy te voy a contar algo pero júrame por lo más sagrado que no te vas a burlar de mí, ni me vas a cuestionar.

Freddy conocía a Franco desde los 12 años, era su mejor amigo y le pasara lo que le pasara, eso nunca iba a cambiar. Entonces Franco sin más rodeos le dijo: –Recuerdas cuando te hable de la chica turca, la de nombre Miray. Pues bien no la conocí en internet. Freddy observo a Franco, pensó que le diría que la chica turca vivía en la ciudad y que Franco la había conocido en una salida o algo por el estilo y que ahora eran amantes pero se veían a escondidas pues los turcos tienen sus costumbres que difieren mucho de las de los latinos. Pero Franco le dijo algo que lo dejo totalmente perplejo:- No Freddy, no la conocí

por internet, ni en una salida. La conocí en mis sueños. He tenido encuentros con ella cuando estoy dormido, excepto hasta el dia de ayer que también la vi en la fiesta de Carolina, estaba con otro muchacho y me puse celoso. Bueno el caso es que luego cuando llegue a mi casa, me quede dormido y entonces tuve un encuentro con ella, nos besamos y bueno en mi sueño ella me beso ardientemente por el cuello. Luego de eso aparecí con estos chupetones, marcas o como quieras llamarlos. Yo pensaba que era uno de esos sueños, que a veces uno tiene. Pero y la presencia de las marcas, como explico eso. Crees que estoy demente.

Freddy miro la desesperación de Franco, así que le dio la única alternativa que él creía conveniente en ese momento: –Vamos donde mi hermana.

La hermana de Freddy era coach espiritual, había hecho unos estudios en medicina ardyuvista. Siempre buscaba la sanación de la relación cuerpo – mente.

Cuando llegaron a la casa de la hermana de Freddy, ella le pidió a ambos chicos que se saquen los zapatos y que pasen a una sala donde había velas e incienso. Mientras Franco relataba lo sucedido, la hermana de Freddy iba anotando todo, luego trajo unos libros que parecían sacados de la biblioteca del mago Merlín. Finalmente luego de realizar algunas comparaciones le dijo a Franco: –Franco tu cuerpo está bien, por lo tanto tu mente también lo está. Hay personas que desarrollan el sentido secreto, el cual nos indica que podemos percibir o sentir más allá de lo que nos rodea. Si este es tu caso entonces Miray es real, debe estar en alguna parte sintiendo lo que tu sientes porque la conexión entre ustedes es mental más que física.

Franco pensó que dentro de todo lo que le pasaba era lo más lógico que había escuchado pero como comprobar que Miray realmente existía. La hermana de Freddy le pidió que la oyera atentamente.

Miray se sentó frente a Zeynep y mientras bebía un poco de té, Zeynep le explico su teoría a Miray: –Hace un tiempo conocí en Marruecos a una persona que decía ver y sentir cosas que otras personas no podían. Cuando le pregunte a que se debía esa cualidad, él me dijo que tenía un sentido extra, lo que algunos llaman el sexto sentido y que viene a ser la suma de los sentidos comunes. Por eso podía ver más allá de lo que otros ven o como algunos dicen ver más allá de lo evidente. Incluso veía gente que estaba en otros lados, ya sea otro lugar u otro plano. Pues al final el nexo que nos une a alguien es más de índole mental que físico. Como dicen algunos todo está en la mente, o como diría el filósofo Zenón si lo piensas existe. Si tú piensas en Franco entonces es real.

Zeynep le pidió a Miray que la próxima vez que se encuentre con Franco le pregunte algún dato que le permita ponerse en contacto físico con él.

La hermana de Freddy le indico a Franco que si estaba de acuerdo podían hacer meditación así es más fácil poner sus sentidos a disposición de la

energía del universo y entrar en contacto con Miray. En su próximo encuentro podía obtener mayor información física de ella para que quede más tranquilo.

-Que tal marcas que dejaste en mi cuello. Para ser una chica de una cultura súper tradicional, besas muy bien. Le susurro Franco a Miray, mientras ella divisaba por la ventana las calles vacías de su vecindario a punto de amanecer. Miray sonrió, se dio media vuelta quedando frente a frente a Franco, nuevamente separados solo por el espacio que había entre su pecho y el de él. Sabía que cuando estaba así de cerca de Franco, el tendía a descontrolarse, lo podía sentir a través de su respiración y esa sensación le fascinaba

-Solo respondí a tu juego. Tú mordiste mi labio, como prueba está la herida. Eso me costó no poder realizar un trabajo, mientras que a ti te costara no poder sentir mis besos. Miray le sonrió provocativamente a Franco, entonces él la rodeo por la cintura la pego junto a su cuerpo y mientras posaba sus labios por detrás de la oreja de Miray le dijo: –No me tientes Miray, que puedo jugar de mil formas. Ella sintiendo electricidad recorriéndole todo el cuerpo, le susurro:- Entonces enséñame. Franco la miro fijamente a los ojos y le dijo:-Preferiría que fuese en persona y para eso debo comprobar que no eres producto de mis más profundos deseos lujuriosos de adolescente.

Miray se hizo a un lado y comenzó a reír, sabía que Franco tenía razón pero le causaba gracia que alguien la pudiera concebir como la encarnación de un deseo, aunque si ese alguien era Franco, ella podía ser hasta la misma Afrodita si se lo pidiera. Se sentó sobre la cama y le dijo:-Ok Franco a ver dime que quieres saber.

Franco le pregunto su nombre completo y cuál era su correo electrónico. Mientras que Miray le pidió su número celular y que red social usaba con mayor frecuencia. Antes de irse Franco le dio un tierno beso, Miray cortó la punta de su cabello y la puso en el bolsillo de los bermudas de Franco. Cuando Franco despertó reviso sus bolsillos y encontró el mechón de cabello de Miray, aun llevaba ese olor a flores como ella. Gritó de alegría e instantáneamente llamo a Freddy.

-Ok Franco. Ahora te toca realizar la parte más importante agregarla al Facebook, si resulta ser quien es, no te queda de otra que ahorrar para que te vayas a Turquía. Le aconsejó Freddy luego de escucharlo.

Franco ingreso al Facebook colocó el nombre de Miray Kilic y la encontró con su risa fresca y esos ojos negros. Hizo click en enviar solicitud de amistad, ahora solo era cuestión de que lo aceptara.

-Miray a dónde vas, con tanta prisa. Bahar corría detrás de Miray, quien con teléfono en mano iba en busca de un lugar donde no hubiera tanta gente. Llegaron a la parte trasera del patio de la escuela, Miray tiro su bolso al suelo, miró su celular por enésima vez y cada vez que lo hacía sonreía como niña. Ante la mirada incomprendida de Bahar, Miray dijo:-Amiga estoy a punto de

entrar en contacto real con el amor de mi vida. Bahar se quedó boquiabierta de escuchar lo que Miray había pronunciado, estaba enamorada acaso.

-Entonces que esperas, haz lo que tengas que hacer. Miray con el corazón a mil, miro su reloj eran las dos de la tarde, si sus cálculos no fallaban en donde estaba Franco serían las 10 de la noche, todavía estaría despierto. Abrió su Facebook y aceptó la solicitud de amistad de Franco Valenzuela. Inmediatamente marco la opción de video llamada.

Franco estaba tendido sobre su cama intentando leer algo de la clase de historia para su exposición del día siguiente, cuando sintió su celular vibrar, Cogió y vio que tenía una video llamada de Facebook de Miray Kilic. Se puso de pie en un salto.

-Hola me ves bien, le pregunto Miray a Franco, él pensó que la veía más que bien era tan linda como en sueños.

-Si, se te ve linda. Miray se empezó a reír de lo que le dijo Franco, mientras que Bahar saltaba detrás de ella para lograr ver al chico que traía como loca a su amiga.

-Acabo de salir de la escuela, estoy con mi amiga Bahar, tu que estás haciendo. Le pregunto Miray a un Franco que no salía de su asombro, realmente no podía creer que estuviera hablando con Miray.

Bahar se sorprendió que Franco y Miray se entendieran tan bien cuando hablaban, si ella hablaba turco y él español, pero bueno como dicen para el amor no hay barreras.

Al día siguiente fue el turno de Franco de realizar la video llamada, cuando lo hizo estaba con Freddy en el malecón. Miray estaba en su casa a punto de ir a dormir, pero cuando recibió la llamada de Franco, el sueño se le fue por completo.

Al despedirse Franco siempre le decía: -Te veo al amanecer. Miray sonreía. Pues aunque para Freddy y Bahar era imposible que eso sucediera. Miray sabía que si ella lo deseaba con ahínco Franco iría donde este para poder besarla.

Un día mientras Franco contemplaba las fotos que había subido Miray, era como un vicio mirarla a cada momento, vio la fotografía de Miray cuando era niña tenía unos 5 años aproximadamente. Entonces Franco recordó. Recordó que él tuvo una amiga imaginaria llamada Aysel y esa niña parecía ser Miray. Acaso eran las mismas

-Hola estaba esperando que me llames antes de irme a dormir. Miray esperaba siempre que Franco se contactara con ella. Franco sonrió y luego de unos minutos de conversación, le pregunto a Miray si tenía otro nombre. Miray dijo que no, Franco se quedó pensativo. Miray podía sentir la duda de Franco entonces le pregunto:

-Porque me has preguntado si tengo otro nombre. Hay algo que te intriga Franco lo puedo percibir. Entonces Franco al darse cuenta que no podía ocultar sus sentimientos a Miray, le dijo:–Vi una foto tuya de niña y te pareces

a una niña que me visitaba cuando yo era pequeño. Se llamaba Aysel, por coincidencia también es nombre turco y su significado es similar al tuyo. Aysel significa como la luna y Miray tan bella como la luna, por eso cuando te vi por primera vez, me resultaste tan familiar.

El rostro de Miray empalideció, ahora todo tenía sentido. Ya comprendía su conexión con Franco.

Franco había sido sincero con ella, así que ella le debía una explicación.

-Aysel y yo éramos hermanas gemelas. Ella murió cuando tenía cinco años, de la misma enfermedad de mi madre. Cuando mi madre biológica murió nosotras fuimos adoptadas por mi tía y su esposo. Aysel luego de su muerte siempre venía a verme para jugar, pero luego los doctores empezaron a decir que esas visitas eran parte de mi imaginación una forma de llevar mi duelo, asi que comencé a ignorarlas para evitar problemas. Entonces al ver que no le hacía caso Aysel se buscó alguien con quien jugar. Mi mamá lo llevo hacia a ti, me lo conto un día. Dijo que mi mamá había visitado a tu madre cuando estuvo embarazada y te había visto nacer.

Franco no daba crédito a lo que escuchó por parte de Miray, si ya de por si la forma de contactarla había sido demasiado extraña para él, con esto pensó que su vida era el guion de una película.

Se despidieron pero ambos se sentían confusos. Franco opto por hacer caso omiso a las llamadas y visitas de Miray, todo era muy raro y para ser sinceros le dio temor, si lo que decía Miray era cierto, entonces quien lo amaba a él no era ella sino Aysel, tal vez su hermana sentía a través de ella. Pensó que tal vez iba a llegar el día en que Miray tomara conciencia de sus sentimientos y se canse de él y como quedaría entonces, se convertiría solo en el recuerdo de una persona que vivía en otro plano, el de los muertos. Además para que se ilusionaba si ambos estaban de un extremo a otro. Miray se cansó de insistir, tal vez era lo mejor.

CAPITULO VII EL BAILE

-Miray, como que no vas ir al baile. No es justo que porque no puedas ver ni hablar con ese estúpido, tú te sacrifiques. Bahar trataba de hacer entrar en razón a Miray quien desde que dejo de conectarse con Franco por todos los medios, había entrado en una profunda tristeza.

Miray no dijo nada, solo se fue cabizbaja hacia su hogar. En el momento en que iba a doblar la esquina de la calle que la llevaba hacia su casa, apareció un muchacho con el propósito de arrancharle el bolso. Miray intento forcejear, pero ante todo pronóstico Franco se presentó para darle un cabezazo al muchacho, no quedándole otra alternativa a éste que salir corriendo. Miray cogió su bolso e hizo caso omiso de la presencia de Franco, éste le grito desde lejos mientras ella caminaba:-Un gracias hubiera sido suficiente. Miray no volteo a verlo.

Al llegar a su casa, Miray comió un par de cucharadas de su plato, no tenía mucha hambre, bebió un poco de jugo y se encerró en su dormitorio. Prendió

su celular y entro al Facebook, le escribió un mensaje a Franco:- No quiero que te hagas presente en mi vida.

Se fue hacia al baño a ducharse y en el momento en que se iba a desabotonar la blusa se apareció Franco. Miray se aproximó hacia él y apuntándole con el dedo índice le dijo: –No entiendes que no quiero que te presentes ante mí. Así que tenías miedo, y que creías que yo no lo tuve, que para mí esto es normal. Que estamos lejos y tal vez no podamos viajar y vernos físicamente, crees que yo nunca lo pensé. Pero claro solo el joven podía sentirse así, tuviste tu oportunidad Franco, si tengo que lidiar con toda esta locura pues lo voy hacer sola, no quiero que estés presente en ningún episodio de mi vida. Ahora por favor vete que me voy a duchar.

Franco alzo una ceja y se sonrió, entonces le dijo: –Miray, recuerda que puedo percibir lo que sientes y por más que lo niegues sé que mueres por estar conmigo. Reconozco que fui un idiota y que reaccione mal pero tenía que ordenar todo en mi cabeza. Y luego de hacerlo llegue a una conclusión: Que no importa si estas en Groenlandia y yo en Islas Salomón, necesito estar contigo, necesito sentirte.

Miray miro detenidamente a Franco y antes de que este se le acerque más de lo permitido le dijo: – Franco Valenzuela, no la vas a tener tan fácil, tendrás que demostrarme con hechos que realmente te importo para que te perdone. Dicho esto lo saco del baño y le cerró la puerta.

La madre de Miray y Bahar convencieron a Miray para que finalmente vaya al baile. En realidad no tenía muchas ganas pero en algo tenían razón sus amigos de la escuela, eran los últimos días juntos luego cada uno tomaría su camino, así que a modo de distraerse y despedirse de ellos decidió ir aunque sea por unos minutos.

Se había puesto un vestido verde esmeralda que le quedaba como si fuera una princesa de los cuentos de hadas. Su padre la dejo en la puerta del salón, al despedirse le dijo que luego regresaría junto a su madre para recogerla. Bahar y su novio la estaban esperando. Entraron los tres a la fiesta, ni bien había dado un paso dentro del salón y vio a Franco parado al lado del pasillo parecía esperarla. Vestía un esmoquin que lo hacía lucir muy bien. Ella paso de frente ignorándolo, no pensaba discutir con él una vez más. Entonces Bahar le dijo:- Hey Miray no piensas bailar con Franco, mira que ha viajado desde Sudamérica solo para acompañarte.

Miray no podía creerlo, si Bahar podía ver a Franco quería decir que él estaba ahí físicamente, realmente había ido por ella. Miray se abalanzo hacia él, lo beso y no se arrepintió. Si cuando estaban conectados a través de la mente se sentía bien el besarlo, ahora que lo tenía físicamente era realmente mágico, una sensación indescriptible.

Franco le contó que luego de procesar todo, decidió contarle a su mamá lo que estaba viviendo. Ella le confeso que efectivamente cuando estuvo embarazada de él había recibido las visitas de una mujer. Buscaron

información al respecto y al parecer algunas mujeres cuando están en estado de gestación tienden a agudizar los sentidos e incluso algunas llegan a despertar el sexto sentido, de ahí el porqué de esas alucinaciones cuando esperas un bebe, que muchas mujeres dicen haber tenido, y podía darse el caso que sus hijos puedan heredarlo. Luego de que sus padres se enteraran todo lo que había vivido, decidieron realizar unas vacaciones en familia, hacía tiempo que no salían a ningún lado y adelantando el regalo de navidad, le dieron la sorpresa de viajar a Turquía y conocer a la chica que casi lo llevo a la locura. Franco comprobó una vez más que el poder de la mente realmente es fascinante, deseo tanto ese viaje que nunca pensó que lo obtendría tan rápido.

Miray acariciaba el rostro de Franco mientras él le contaba todas las peripecias del viaje y como se logró contactar con Bahar para darle la sorpresa. Era lo mejor que le había podido pasar en la vida, estar con el físicamente.

-Y tú no tienes baile de graduación en tu escuela. Le pregunto Miray a Franco. El sonrió y le dijo:–Claro tenemos que estar ahí dentro de dos semanas. Ambos se tomaron de la mano y sabían que tenían que realizar más de un viaje en la vida, pero hagan lo que hagan siempre lo harían juntos.

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