En la fuente de la plaza me hundi,
Igual a océanos cristalinos,
La lluvia cae sobre mis pies descalzos,
Llenos de barro y sangre seca,
Siento el frío pasar por mis brazos,
El mismo frio que me hace seguir,
Detrás de cada gota me mira un ángel,
En cada charco me cuidan,
Las nubes grises se burlan de mi,
Se rien porque no lloro como ellas,
Todas mis lágrimas son sagradas,
Como el agua bendita,
Mi saliva es sanadora,
Tu saliva es la única que quiero,
El orgasmo es como las gotas de rocío,
Muy pocas veces las siento,
En la laguna de mis sueños te veo,
Tan lindo igual que un triton,
El agua que nos rodea nos necesita,
El agua que nos rodea nos protege.
SAQUEN AL NENE DE ACA
Teo Mónaco – Adolecente que siente mucho
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