Desbordamiento explícito A:
Desde lo más hondo del espíritu: agonizo. Mírame. Ojalá pudiera levantar la niebla de mi cabeza, quiero ver claro: ¿por qué no soporto la lucidez?
SIMPLEX SIGILUM VERI
El sencillo secreto de la verdad:
Si supieran que la musa es superior al poeta no querrían arrancar la voz al recipiente.
Si supieran que el poeta no es más que el consuelo del mundo no querrían aislarlo y condenarlo junto a toda la humanidad
VIDA ELEGÍA
I
Busco en la práctica de mi vida
entre aciertos y errores
la genuina filosofía para la muerte.
Por ahora comprendo que es un horizonte
dónde arriba es igual que abajo
pero si estoy en alguna de las dos partes
no puedo evitar mirar la otra.
Y peor es mirar por encima de nuestra cabeza
conveniente entonces es
observa a través de una simple suma
resultado final de reconocer cada parte de nuestra carne.
II
Lleno de agrios honores a esta consciencia que no quiere permanecer atada
como recompensa recibo el pulsante toque de mi
raciocinio que caduca con mi yo idealista.
También me sirvo de palabras, para ladrar
y despedazar símil a joven perro,
Le ladro a cualquier silogismo cargado
de falacias y me aviento en contra del que lo esgrime.
III
excesos, defectos, virtudes, vicios
y el corruptible lenguaje se coronan
como lo único más importante que la muerte misma.
Todos olvidamos el deceso mortal
pero lo encontramos en los ojos ajenos
donde cada quien se contempla
creé inclusive que el otro no es más que su espejo
por lo cual decide aniquilarlo
bien sea hundiendo algún tenaz artefacto
o bien siguiendo de largo.
IV
Tratar de resolver cómo será la existencia del mañana
mientras que haciendo nada se anhela todo
porque para colmo la esperanza
está de oferta en los escaparates:
70% de descuento y si paga con su fe
se le añade el diagnostico de turno
hoy es usted un ansioso, mañana un depresivo
pero cuidado con que coincida con un viernes
y más si es fecha festiva.
MI PROBLEMA NO ES LA EXISTENCIA
Nunca lo ha sido. Encuentro dignidad en cualquier expresión.
Mi problema no es existencial, nunca he tenido problemas con existir, recuerdo siempre que hay matices en los matices: con una pequeña e inconsolable tristeza.
Mi problema es tomar en mi pecho los problemas del mundo.
Incapaz de olvidar y descuidado a la hora de nombrar el pasado, porque todo lo que estuvo atrás, lo encuentro otra vez y otra vez y otra vez y otra vez en lo venidero, mientras todos gritan la maravillosa novedad. Y yo grito: mi problema es que solo una vez vi la razón cuando nací y no quisiera verla nunca más. Mi llanto, un grito de bebé aterrado; sin palabra.
AL MENOS HAY UNA PALABRA
Piensa en cómo la palabra baila
cómo golpea tus tímpanos
te marea, sacude y despluma
La adviertes cuando explora cada recuerdo, los desfigura
hasta convertirlos en las fragancias que aromatizan al presente
son agujas y cuchillas camufladas en la dermis de la obsesión.
La palabra pretenderá tocar con obsesión tu esencia
Entonces
serás carne formándose en un vientre
Con la misma palabra te fusilan
no respetan tu primer llanto
La palabra se pega a tu piel
forma capas costrosas en tus ojos, se hace estribo.
La palabra es una daga apuntando al cuello del solapado cordero que es este mundo.
TANTOS MEDIOS PARA ESCRIBIR Y NO QUIERO HACERLO
Tantas palabras y ninguna iguala esto que siento en esta tarde silenciosa.
Tantas angustias y ninguna tiene rostro. Cuántos gritos y mis puños están hechos trizas.
Tantas añoranzas y no tengo un rostro familiar que recordar. La serenidad es solo un paraje que me inventé en mi más ahogada maquinación.
Cómo evitar que las palabras sean simple vaho.
Se me ocurren mil maquinaciones y harían falta más de dos eternidades para concretarlas.
Sólo el sueño puede hacerlo, pero grita mi nombre cuando cierro los ojos.
¿Dónde poner mis risas, si solo yo sé que son rápidas, pasajeras, un tonto chiste? ¿Cómo explicarle a los demás que no quiero ser rescatado?
VOY A INCRUSTARME EN EL SILENCIO DE DONDE NUNCA DEBÍ SALIR
Aquí está la palabra la que nunca debí conocer: no recibir talento alguno más que ella misma y detestarla.
Crees vos, que si necesitara pensar me hubiese embriagado o hubiese buscado la ebriedad.
La única razón que acepto es el recuerdo de alguna vez haber vivido, lo demás son fórmulas deshonestas que aprendo.
Desde lejos, esta ciudad parece inofensiva. Digo, desde el tiempo.
La necesidad del ocaso.
DÓNDE ESTÁ EL ÁRBOL QUE ME CORRESPONDE
Pienso en la felicidad que me aguarda, ese trapiche de donde espero el aguapanela de cada mañana. No espero nada menor, ni peor que el oro, con su sangre y sufrimiento a cuestas.
Espero la vaca preñada y nomás que su queso. Espero combatirme a muerte con su ternero.
Por dónde estará el árbol que me corresponde y me espera.
Regreso por dónde creí haberlo visto, para notar que nunca estuvo allí, eran siempre otros árboles. Exactamente como pienso que sería el mío.
Sin ánimo de perpetrar el robo que es, no buscar su corteza y adaptar cuánta rareza sienta a la precocidad de las manos, continuo.
Tengo esta pasta de acetaminofén, busco el placebo que -al menos- ayude a este dolor y permita, saber a mis afanes: dónde estará el árbol que me corresponde y me espera.
Ahí, fuera de mi puerta, fuera del nueve que suma cada una de las tablas que le conforman.
Abierta la puerta y reconocer la pereza.
La trampa de creer en esas tablas, pensar que eran mi árbol.
Anoche estuvo aquí, se mantuvo fuera. Como si se burlara, no de mí. Se burlaba de aquel deseo.
En la mañana se fue.
¿A dónde se fue el árbol que estuvo aquí anoche y en la mañana no estuvo más?
Nunca estuvo, nunca hubo tal deseo, solo era la excusa para sostenerme del más pequeño de los retazos que pudiera tener esto que es mi vida.
VIGILIA
Hoy me despierto con una mantis saludándome y sus
brazos abiertos me ofrendan espinas, en el punto más animal de mi cama.
Anoche, me dormí cuando el último zancudo se vio reventado contra la pared.
Cayeron mil.
Mi aire era caliente, una compresa aferrada a visiones de ángeles y brujas:
Dicen que tengo el corazón de piedra. Porque nadie había podido
del rancio sueño despertar
La ardiente compresa mantuvo el aire retenido, hizo un cono invertido.
El techo era la base y mi pecho su punta.
Hubo un salto de rocas a la jura. Al caer, se estrellaron contra el acantilado que inicia en mi cabeza.
En lo más profundo de mis pies también algo explotó:
¡una legión de fantasmas ardiendo por mis recuerdos!
PICHÓN DE LORO EN UN TRONCO DE PALMA DANTEÑA
La memoria no es ciega
Es inmortal y viene en girones de remolinos emplumados de verde.
También es música hórrida para los oídos enfermos y heridos: ¡Mecha! ¡Fuego!
Inofensiva para los que buscan refrescar sus rostros.
Prensil, la memoria tiene garras de pájaro y agradecemos a los cielos que no sean las de una de rapiña, pero igual rasguñan. Nos desangran.
A puntadas nos reconstruimos y le decimos a los cielos «esta autobiografía no soy yo, ni siquiera estas palabras elegidas soy»
Y la memoria queda feliz, baila a nuestro canto como lorito en tronco hueco de palma danteña.
FRACTURA
Lo veo y por eso lo padezco,
en mil trozos me diluyo.
Miles de ojos se posan
sobre mí.
Su bravura es tan intensa
como las bolas de fuego
sobre Sodoma.
Sofocan mi psique
mezquino e inquisitivo.
Mezquino por ir en contra
corriente. Inquisitivo,
por buscar el quiebre
para este orden
caótico que luce, lució
y lucirá la vida.
Me niego a entregar
mi mejilla derecha,
por esto acuso ésta
realidad de ser insensata,
desvelo su corrupción.
Además, me ofendo
por ser descaradamente
normalizada.
Tanto podrida como rastrera
permanece la moral divisora.
Preocupada por diferenciarnos,
reducirnos a buenos y malos.
Justo será entonces claudicar.
Despedir esa reacción que
limita el supuesto albedrío,
condenándolo a ser
un simple capricho enemigo
de dios.
ESCARNIO
A lo mejor y quién sabe,
dónde se enredan los sollozos mares
al salir, entre ruidosas asfixias
de las memorables bocas.
A lo mejor y quién sabe
dónde aterrizan las miradas cuando
eternamente se cierran los ojos.
El ser humano es humo y es su alma quien arde.
Siempre ha sido así, porque de ardientes
Interrogantes, a desbordar se encuentra.
Consumido, liviano se hace
y se niega ser hoguera
se persuade a sí mismo. Desea llamarse sol.
-el viento le ha escuchado, apenas entendiendo-
y con afanosas corrientes le eleva
abandonándole en su acostumbrada soledad.
su dirección se aprehende en las nubes
donde autoproclamado, dueño de éstas se hace
Abrumado
apaga entre sus sienes
inaceptables
visiones irracionales
Incluso
el tan esperado retorno que
Azota cuán rayo, el reino
de los suelos que bien le era
familiar.
Rehúye, llora como la pequeña bestia
que es.
teme volver a quién
solía ver cada vez que decía: YO
su razón henchido volcán
le recubre. Mezquino disfraz
a su conciencia. Cuerpo e hijos que
le dictan iris predicción
en el lenguaje más mudo de todos,
la muerte, que acelerada apaga
toda intención de los ojos
en aquellos
que se atreven a despertar de su inhóspito sueño.
DEDICATORIA AL MÁS CARO
A la corona de cristo
Le dedico el desprecio de los desahuciados
A las sedosas vestimentas de los sacerdotes
Los olorosos sudarios de los perseguidos
Al metal de los diezmos y tributos
Le dedico las pestes de los cultivos
A la desesperada necesidad del extranjero
Le dedico el piadoso calor de la hoguera
Y los cortos abrazos de los leones
A las olvidadas cavernas
Les dedico rituales de sangre y carne
A los desocupados
Oficios y tendencias espirituales
Al mundo
Le dedico el próximo chivo expiatorio.
LA ECALERA DE LA PUTREFACCIÓN
Con la Osamenta de sesenta cuerpos sin mutilar se debe empezar a crear los primeros barrotes que conforman la escalera de la putrefacción.
Con el Vaho del tuétano todavía vivo sabrás si hay algún resultado o no.
Con una montaña de huesos no se logra la putrefacción máxima.
Si se eleva por alturas imposibles para el vértigo humano, los pájaros carroñeros la tirarían al suelo. Y si intentaras elevarte, no terminarías más que como la osamenta sesentaiuno.
Con la escalera de la putrefacción te puedes hundir en las memorias de todos los cuerpos hechos polvillo y, en el caso más entusiasta, tierra mojada o barro.
¿Al barro querés volver? La escalera no es ningún beneplácito para evitar la muerte. Al barro volverás.
Con una sola osamenta alcanza para los primeros escalones.
¿Sin escalones posibles, podría existir una escalera?
Con sesenta cuerpos hechos huesos alcanzas el grado ideal de putrefacción.
MI CORAZÓN CAYÓ EN EL TIEMPO
Mi corazón cayó en el tiempo
Y
Ahora es difícil mantener cualquier recuerdo
Mi corazón cayó en el tiempo
Y
Olvidó todas las lenguas
Mi corazón cayó en el tiempo
Y
No lo soporta más
Se siente perdido.
No pertenece a allí donde cae
Donde se enreda
O es tejido entre colores. Trampas.
Pareciera querer siempre estar atado
Mi corazón cayó en el tiempo
Y
Se extraña, quiere ser recordado.
Mi corazón cayó en el tiempo
Y
Por añadidura se siente forastero.
Y que estuviera, marchito, lo siento vibrar desde todas direcciones.
La dicha es un dolor apagado.
Y mi corazón sigue cayendo
Cayendo
Cayendo
Cayó.
…
Lo declaro:
¡Ay de mí, si me olvido!
¡Ay de mí, si mi consciencia teme recordarse!
Estas secreciones son tan mías como lo es la capacidad de intuir la belleza.
Más mi lenguaje, tenaz refugio le considero.
Sepulcro si me olvido
El paraíso mismo cuando lo recuerdo
NOBILIA
El perro ladra y la luna obedece
Ella se desnuda y le enseña para qué sirven sus agujeros
Él que es bestia apenas le entiende y le sigue ladrando
Ella despliega sus alas para dorar los ojos de cualquiera que le observe
Y él abre bien sus ojos, porque ya conoce el sol y no se asusta
Él ha surgido entre llamas, evaporando las aguas que le rodeaban
Ella ni recuerda cuándo fue joven
A él marinos le pregonaban maldiciones
A ella odas, pinturas, suicidios y ofrendas le adjudicaron
Ella guio
Él persuadía a los peregrinos, les convencía de la existencia de brujas
Ella se dejaba ocultar por las nubes
Él era rayo
OBRA DE TEATRO BREVÍSIMA #1
Primer acto
No hay sentido de la otredad. Los sujetos menos poderosos son desechados
Utilizados. Vuelve el espejo sobre la monstruosidad que les acecha.
Segundo acto
el personaje gótico es capaz de mover los hilos desde la oscuridad. Se subleva cuando convierte todo en horror. Al miedo y lo grotesco en un placer delicioso.
el yo se disuelve en una orgía de cadáveres. No hay límites que los contenga, por el contrario, el solo imaginarlo es en sí mismo es una hipérbole. ¿Lo inhumano de lo humano?
Tercer acto
La resolución de la trama cae en la pérdida absoluta. Una de las partes reivindica lo bestial de la humanidad: el extremo vicio
Cuarto acto
Todo se desintegra
Desbordamiento explícito B
Cargos de consciencia: Manifestación de las voces de la noche
«Fui a leer un libro de crítica sobre el origen de la vida. Buscando, tal vez como intensión de fondo, hallar alguna compresión suprema, algún saber que reemplace mi vacua ignorancia. Como quien se advierte que se embota, opto por lo más sensato: no leo, y si viene el perder o ganar, que sea el azar»
Mateo Ruíz Moore
A LA DEMOCRACIA, ALA DESESPERADA
Eres tan común, infinita entre infinitos. Qué aburrida eres, tan común. Poder ser una entre infinitos y decidir ser infinita, qué común eres. Qué falta de muerte, qué cobarde. Tan común e infinita entre infinitos
ALLEN GINSBERG 1926 – 1997
El único problema de los poetas es que suelen vivir para siempre.
Hace dos mil ochocientos años hubo un loco gritando en una plaza. Poseído por las musas según él.
Ese no fue el primer poeta, a él le habían hablado de otros.
Poetas oscuros que logran soportar y sostener la luz.
Ese rayo que del pasado hasta nosotros llega, nos descalabra.
Al tacto de la palabra con el alma, ocurre el alboroto primigenio.
TRES MISTERIOS
Estas puntas están negras, efecto de la piromancia
Obsequio de Hefestos
Me pediste mil papiros por mi delicadeza escritos
Y en una noche esculpí en una montaña todos los rostros de tu casta
Me interrogaste sin cansancio por conocer el origen de mis herramientas
Y no te importó que al séptimo día muriera
Le preguntaste a los gallinazos dónde podías esconderme
Como si la culpa fuera dios preguntando por mi paradero
Ahora finges ser mi vida
Y sin remedio por mí te preguntan en vísperas de tus desesperos
LA ALEGRÍA
La alegría es un jardín que suele manifestarse con signos exteriores, un campesino, un violín o el estómago con el que se expresa el júbilo. La alegría es una de las emociones que vive y experimenta la lavanda en el mirlo. Es un estado interior fresco y luminoso, generador de bombas, altos niveles de supernova, y de una balsa.
UN TORNADO
Su mantra animal:
la tinta espesa
El corte a Grecia:
La succión ancestral
Roma tima, mata, tienta con crudo corte:
¡Mendiga nación de maldoror!
¿Conde cardo?
¡Eléctrico gira!
PANTANO PERIPATÉTICO
Paupérrimo Píndaro, postulado por ponzoña primorosa.
Pensó para piras póstumas, proclamando pensamientos pentatónicos.
Piensas… Pierdes, procesas patadas.
Puente pernicioso, pondera pando peligro.
Permanente paradoja, perezosos polígonos,
Pirámide panaeolina, pululan psicodélicas pitones,
Pintorescas, perniciosas. Paseo perenne,
Panteón particular, permíteme perderme.
TROYA
Es ella la primaveral
Edén si así la quieren llamar.
Su nombre es una la leyenda extirpada de las entrañas de los historiadores.
Convive con la sombra sacra:
la pura raza
cría de montañeros con gente de la rivera
de pura sepa
ahí, a orillas de la soberbia.
Su figura dura
gris y escamoteada
Es sirena
con los ojos puestos en el cercano oriente.
Tiene oídos
oídos en los que se levantó el cementerio de las ideas.
Su boca
negra lapidas la forman
dispuestas sin orden sobre la tierra fértil
por las carnes de los jóvenes que ya fueron olvidados.
Los pocos vivos quedan con sus sonrisas bien al aire
resplandecen para ocultar sus colas prensiles de diablos.
Atrapan así a sus chicas
¡Mija, no se duerma en misa!
¡Oh no, ellas no están dormidas
el diablo les pasado la cola
por sus ojos!
Están atrapadas, chiquillas
repollos distraídos, dueñas del fruto prohibido
ácido pomo patético, frente a la chirimoya:
orgullo del ministro de Colombia en Suecia.
Se le aconsejó al presidente sembrarla junto a todas las casas
Hogar de los palomos atolondrados por teatrales enanos
en pequeñas cajas de plástico, cansados por el paisaje
nuestro paisaje:
Increíbles torres
las vertebras
cimentadas por las costras de duras pieles de bestias
animales que tienen más grande los callos que los deseos
Callos que dificultan las relaciones entre amantes
Y perpetúa la indiferencia de los que se tienen.
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