Paseaba por la feria y tomé un libro de aquellos estantes, le di una breve ojeada y se abrió una página…
“He pedido muy poco a la vida pero lo poco que he pedido me lo ha negado”
Me anuló en el instante en que terminé de leer aquella frase. Jamás hubo palabras más exactas para describir el vacío de mi doliente corazón, el triste recuerdo de mis noches solitarias, el dolor de los recuerdos que me arrancaba a pedazos el alma, el incontrolable llanto amargo … No pudo existir persona más triste e infeliz que yo.
Morí aquel día, en ese preciso instante.
No son muchas de las cosas materiales que me importan pero si hubiera que salvar algo en mi vida, sería mis libros. Que no son solo libros, son parte de mi, tal vez lo más íntimo de mi alma pues ellos abrazaron mis temores, secaron mis lágrimas, abrigaron y sanaron mi corazón. No son solo libros.
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