Y tú, Ana

Dedicada para Ana Lucía

Espero nunca leas esto. 

Y tu Ana

Sigues causándome el mismo sentimiento de la primera vez

Sigues causando esa sensación de libertad en mi alma

Sigues parada al otro lado de la calle con la misma sonrisa

Tu piel tiene la combinación de colores más perfecta

Tus manos son el lugar más preciado que he encontrado en este mundo

Tu voz es la progresión de acordes y arpegios más bellos qué he oído

Y donde estabas todo este tiempo?

Escondida en un rincón de mi mente
En un mirada perdida
En un solitario momento
O entre tantas personas comunes, tu eras brillante

Y me fuí

Me alejé del único lugar en el que podía apreciarte
Pero te veo en todas partes, en cada rostro, en cada lugar donde tu aroma vuelve

Y me fuí

Pues debía continuar mi camino
Pues la vida continua
Y tu no formabas parte de la mía, aunque no sabes cuanto lo quise, cuanto quise pero no pude, y bueno, tampoco ahora lo sabrás,

hasta ahora

Qué llego el día de decirte adiós para siempre, no de mi mente porque aún seguiré pensándote, eso es seguro, pero si de mi corazón, que ya lo has ocupado mucho tiempo, ¿y sabes?, ya hasta va a cobrarte hipoteca con una sonrisa, sonrisa que no veré porque estoy tomando el bus de regreso a casa, o de regreso a algún lugar que espero sea mi hogar, aunque ya no se sienta igual.

Esta no es una carta de despedida, es una carta de amor, donde confieso en tinta lo que nunca me atreví a decir con palabras temblorosas y nerviosas frente a tí.

No sé si te amo, no lo sé.

No lo sé porque amar es una palabra que significa tanto para algo que dura tan poco

Y no se si te amo, porque amar es algo inefable, y lo único que me haces sentir es «encontré mi lugar en este mundo» y nose como explicarte eso de una forma que no suene tonta, supongo mi corazón es torpe al expresarse, pero un romántico al hablar de tí.

No sé si te amo, porque el amor es de dos, o como dijo un señor que me aconsejó aquella noche, amor puede ser de uno, pero ya no más. 

¿Qué es amar entonces?

No lo sé

Solo sé que mi corazón se acelera cuando estoy contigo, como si quisiera salir a abrazar el tuyo y morirnos de un infarto quizás.

Solo sé que no puedo ver el reflejo de la belleza en algo que no tenga que ver contigo, todo es Ana, Todo es Ana, y todo eres tú, todo eres tú, y nada es sin tí.

Solo sé que no sabía nada desde que estaba con tu ausencia, qué cuando llegaste a mi vida, fue la sensación más pacífica qué mi ansiedad ha tenido, fue la luz más radiante qué mis ojos han visto, fue el abrigo más cálido qué mi piel ha sentido, fuiste la lección más valiosa para un egoísta, y la salvación de alguien que no pertenece a otro lugar que no sea entre tus brazos, fuiste luna y estrella en noche negra, en un inmenso océano, una inmensa vista sentados sobre un bote varado ya añejo, contemplando la inmensidad de la noche, la ausencia del ruido, la presencia del sanar, estabas tu allí, conmigo, y te veías tan hermosa, hablando de porque mierda el mundo no es un lugar mejor, de por que la gente nunca ofrece su ayuda a los demás, de que todos necesitamos ser salvados, de que todos merecemos un perdón o un abrazo, y me hiciste llorar sin soltar una sola lagrima, y no podía dejar de sonreír.

Y frente a esas 2 inmensidades, el cielo negro estrellado y el mar caprichoso queriendo llevarme, estabas tú, con esa mirada que no olvido, con ese aroma de perfume barato que no dejaba de oler porque me hacia pensar que aún seguías conmigo, y te ví y me di cuenta que eras especial, no especial de entre algunas, especial de única, especial de:

«esto es todo, y no quiero nada más».

Regresar a mi casa no fue algo triste, porque si me hubiera enamorado de tí, hubiera ido a mi casa con una canción hermosa entre oídos, qué raro, creo que eso fue exactamente lo que pasó.

Sé que es cobarde aún en carta, no admitir lo que siento, pero joder, Ana, ¿Por qué siento esto por tí?

Supongo que al final
Tu también me salvaste

Pude no perder contra nadie, pero perdí contra mí, contra mi egoísmo, y lo hice de la forma más cruel, lo perdí todo.

pero llegaste tú

Y por casualidad del destino decidí demorarme una hora más antes de tomar el bus e irme a casa.

Y no me arrepiento.

Este no es un poema más de los otros tantos que he escrito sobre tí

Esta no es una carta más de las muchas otras que no te llegaron

Este no es un adiós, si no, un, «Te amo Ana, ahora lo sé, es tonto, y patético como un amor adolescente, o un amor añejo, el amor no envejece, eso es cierto, pero joder cuanto te amo, te amo tanto que debo dejarte partir, o para ser más honestos, te amo tanto que debo irme a continuar mi camino, con la esperanza de que algún día, se cruce con el tuyo»

Y tu Ana

Me salvaste

Y debo decir que Te amo

Cómo también debo decir,

Adiós.