El internado: No te enamores en el cuarto 10 capitulo 3 «los chicos fit»

Faltaba un dia para el cumpleaños de Indigo. Elle estaba ambivalente, sentía que estaba en el lugar correcto para recuperarse pero a la vez sentía nostalgia del exterior. Que estaría haciendo su familia? No podía utilizar su telefono por mas de 2 horas al día. La clínica era estresante, todos tenían problemas en el mundo de afuera y los traían a terapia. Muchos estaban obligados a estar alli y no lo hacían porque estaban buscando mejorar. 

Indigo y Sol se habian unido a los hombres fit. Los llamaban así porque hacían mucho ejercicio. No tenía que ver con el físico entre ellos había variedad de cuerpos. Ya que estaban allí querian aprovechar para ponerse en forma. A Indigo le ayudaba mucho con la ansiedad. Tenían una rutina: corrían, hacían bicicleta estacionaria y luego pesas más abdominales. Indigo veía a los chicos seguir a Sol con la mirada sin disimular. Ella hacía como que no era con ella. Luego de sudar bastante se tirbana a la piscina. Se relajaban cantando y tomando sol. De nuevo a la piscina y en eso se les iba la tarde hasta que se iban a bañar para asistir a terapia. Jena se les unia cuando estaban en el agua.

«Que asco tirarse a esa piscina toda sudada»! exclamaba Shantal, «Ni aunque me pagaran me meteria ahi»

Indigo pensaba que shantal tenía un punto, pero el calor era demaisado ya que estaban en epoca seca y la verdad la vida se trata de momentos, vivir el presente.

«Lo que no te mata te hace mas fuerte» decía Sol muy tranquila.

Joao era uno de los chicos fit, muy cariñoso y alegre. Hacía reir a todos facilmente. Edu era su mejor compa, era callado y muy ágil. Por ultimo estaba Charlie, el era muy entregado, de buenas intenciones y tambien era gracioso. Los chicos en general no se tomaban nada demasiado en serio y sacaban broma de todo.

Las tardes se volvieron coloridas desde que el grupo se unió más.

Ese dia estaban haciendo su rutina en medio de risas y comentarios tontos, tanto los chicos como las chicas.

«Mi ex va a ver a este papacito y se va a arrepentir de haberme dejado ir» Decía Joao.

«Mae si ella le escribe usted vuelve como un perrito» le decía Charlie

«Es correcto» se reía Joao, con una sonrisa encantadora. Sol reía tambien.

Indigo percibió miradas entre ellos bastante suegerentes. Sintió un leve ataque de celos. Que acaso estaba desarrollando sentimientos por ella?

«No mae, usted le dice: usted se alejó mucho y yo de lejos no veo bebé!!» bromeó Charlie. Y comenzaron a cantar el exito de Karol G con Shakira. «Que piezón!»

El sol comenzó a bajar, salieron de terapia a las 5 de la tarde justo para ver un hermoso atardecer en «el muro de los lamentos». Asi llamaban a un murito que daba al horizonte donde normalmente se daban las conversaciones más profundas acompañados de un cigarro y un café.

Los primeros en llegar fueron Joao e Indigo.

«Que duro enfrentar que uno tiene otra personalidad adentro, no la que uno cree sino una iracunda, cruel incluso» le dijo Joao viendo hacia el sol.

«Es el ego que se siente amenazado y busca protegernos. Lo hace muy mal eso si.» Le respondió Indigo.

«No todo ego es malo» le siguió la conversación Joao

«Hay que aprender a dialogar con el» meditó Indigo.

«Y elegir a quien queremos escuchar. No ser titeres del ego» reflexionó Joao.

Indigo sintió mucho cariño por Joao, entre ellos se estaba formando una linda amistad. Ambos disfrutaban de meditar sobre lo que se veía en las terapias e interiorizarlo.

«Indigo, yo lamento ser tan impulsivo. El no poder parar y pensar antes de actuar». Le confesó Joao.

«Te aconsejaría pero soy igual, lo unico que te puedo decir es que te entiendo y que creo que es posible cambiar.»

El atardecer era rojo abajo y naranja fuerte en el medio. El sol un circulo perfecto amarillo. Llegaron los demás.

«Que regalo es ver esto!» exclamó Sol sobrecogida.

«Que rico ver a Sol» dijo Joao «Digo, ver el sol jaja» añadió riendose picaramente.

Todos rieron. Incluso Indigo.

Siguieron sacando chistes y hablando de diferentes aventuras y arranques impulsivos ya que ese había sido el tema de la sesión.

Las historias no habían acabado, cada uno tenía más que una docena y además el don para contarla con mucho detalle. Si agregamos a todos interrumpiendose mutuamente para opinar y vacilar les hubiera dado el amanecer ahi compartiendo. Sin embargo la campana sonó a las 6:00 pm para la cena. Geovanni salió a llamarlos ya que ninguno hizo intento de parar la conversación para ir a comer. Mientras caminaban en trios y parejas hacia el interior, Joao señalo la luna. Estaba casi llena, lo que queria decir que la luna estaría llena para el cumpleaños de Indigo.

Todos la miraron con agradecimiento. En ese memento no habían problemas solo personas muy sensibles que habían sentido la vida con mucha intensidad y no siempre habían sabido como responder ni hacerse comprender. Sin embargo en ese instante todos eran uno, y sabían que no estaban solos en el mundo.