Como cualquier día en el colegio, apenas llego con mis hermanas voy corriendo a mi salón, siempre llego tarde, tal vez algún día deje esa mala costumbre…No lo sé, pero sí sé que me encanta dormir y me cuesta un montón levantarme.
Subo las escaleras, recorro un pasillo para volver a subir, sigo más o menos el mismo camino hasta que bajo las escaleras y paso enfrente de las tres secciones. Yo estoy en la C, la de hasta atrás, así que paso enfrente de las otras dos secciones, mi mejor amigo, Peter, está en la A, cerca de aquel chico que me cuesta tanto entender.
Siempre que paso delante, saludo a Peter, y para ser sincera, aprovecho para echarle un vistazo a Raz. Siguiendo por mi camino, a poca distancia de mi salón, veo a mi ex con su novia actual dándose mimos que me dan náuseas, ¿Por qué es tan tocón? No deja de sobarle el pelo, pobre chica, se lo llenará de grasa. Pero eso es lo de menos, suelo disfrutar mucho de los días.
En mi opinión, no me va mal en el colegio, tengo mi grupo de amigos y hago cosas que me gustan. Al final del día, en las clases extras me suelo encontrar a lo lejos con Raz, si las cosas no hubieran ido por ese camino, pudiéramos hablar todo el tiempo con la frecuencia en que nos cruzamos en el camino del otro, pero no, hacemos como si no nos conocemos, como si no hubiera pasado nada y nunca hubiéramos tenido alguna relación. Cuando me pongo a recordar el pasado inconscientemente, hubiera preferido hacer las cosas diferentes…
Hace apenas un año todavía hablábamos con normalidad, durante la pandemia fue prácticamente mi único contacto y no necesitaba ninguno más. Hablábamos por horas, hacíamos las tareas juntos…Me acuerdo que hacíamos llamadas, reíamos y charlabamos de cualquier tema, teníamos una confianza asombrosa. Conocía a su hermana, él a las mías…Era mi persona favorita, añoro esos tiempos que me cansaba de él, de ver la notificación en mi celular llevar su nombre, de escucharlo pronunciar mi nombre…
Todo empezó a cambiar cuando fui a esa fiesta de quince años. Estaba emocionada, era la primera invitación que había recibido, era una nueva experiencia, obviamente tenía que ir. Llevé un vestido azul que brillaba un montón, parecía de cuentos de hadas, me peinaron y me dejaron un moño precioso, mi mamá incluso me maquilló. Estaba nerviosa, ¿Quienes iban a ir? ¿Estaría sola durante todo el acontecimiento? Solo sabía que iba a ir el asiático, amigo de mi persona favorita, por lo menos podría hablar con él.
Enfrente del hotel, lista para entrar al salón de la fiesta, había una pequeña fila para entrar, me colocaron una pulsera de papel y me dejaron pasar. Llegué a la mesa de los de mi grado, no tenía confianza con ninguno de ellos, y desde la pandemia había perdido contacto con ellos. Acercándome, vi al “Cacas”, recordarlo me da asco -se ríe.-
Él y yo habíamos entablado una extraña relación a lo largo del tiempo que llevábamos conociendo. -Cuando éramos pequeños intercambiamos mensajes por correo, uno tras otro, en mis pensamientos de ese entonces lo veía de una forma bastante especial, que ingenua de mí.- A su lado estaba una silla disponible, pero no me senté, tenía novia, así que enlace rápido las cosas, no dejaba de mirarme, siempre había sido así de raro después de volvernos a ver en persona. La primera vez fue en el colegio, cuando yo iba en línea. Un día a la semana iba presencial porque estaba participando en un concurso matemático, él también participaba.
Nos encontramos en las escaleras, nos saludamos con la mano, y no me la soltaba, recuerdo que no sabia que hacer en esa situación. No me desagradaba, pero ya el saludo estaba tomando más tiempo de lo normal, finalmente fui yo la que rompió el momento.
Me acomodé en otra mesa al lado, donde habían algunos chicos, me quedé ahí nomas, tras los segundos llegó el asiatico y hablamos un poco. Se fue y el drama empezó…
En un momento me encontré con el cacas y tenía que aprovechar para decirle lo que había sentido por él. Nos fuimos a una parte más retraída para hablarlo, y estaba bastante interesado en lo que tenía para decirle.
Dudosa y con pena, eran pocas las veces en que le decía a alguien que me gustaba, se lo dije al final. No pude ver bien su expresión por la mascarilla que llevaba, pero su comportamiento corporal lo delató completamente. Se acercó a mí, puso sus manos en mis caderas, él daba indicios de besarme.
¿Qué estaba pasando? ¿Acaso no tenía novia? ¿¡IBA A SER LA AMANTE!?
Un millón de preguntas rondaban por mi cabeza, trataba de alejarme, pero no completamente. La situación estaba siendo muy contradictoria para mi, me gustaba, pero no quería que las cosas fueran así.
Por mucho que lo intentó no lo dejé besarme, ya estaba siendo muy intenso y me sentí ofendida. Lo hizo a plena luz, no le importó que la gente viera, así que se hizo todo un drama al final. La novia, que se llama igual que yo, se enteró y se enojó, todos iban tras ella para consolarla y yo quede como la mala, me dejaron sola, en espera, él se fue tras ella también. Sentía un dolor muy grande en el corazón, habían intentado meterme mano, se querían aprovechar de mí. Así que recurrí a los únicos que podrían consolarme.
Saqué mi teléfono y le conté la situación a Raz y a André, mis supuestos amigos del momento, hablaron y trataron de consolarme por un momento, pero ya después no aguantaba estar más en ese lugar.
Agarré la cartera que llevaba y me dirigí hacia las puertas del salón para ir al baño, muy cerca estaban los novios hablando, hubo un momento que me acerqué a ellos, para decirle a la chica que no habíamos llegado a mayores, ella se mostró bastante amigable conmigo, y me dijo que en el que ella no confiaba era en él, ya luego me fui, porque siguieron hablando y yo estaba de más.
En el baño le escribí como loca a mi mamá, pidiéndole que me buscara por favor. No tardó mucho, bajé las escaleras principales sin despedirme de nadie. Entré al carro y ella de inmediato se dio cuenta de que algo había pasado, yo no parecía muy feliz que digamos.
Tengo una buena relación con mi mama, le cuento todo. Me escuchó y no me reprochó nada, había puesto al cacas en su lista negra.
Pasaron algunos días, la verdad es que, esperaba que el cacas me escribiera para disculparse, y cuando ya no lo esperaba, lo hizo. Terminamos siendo novios, y cuando mi persona favorita se enteró, me dejó de hablar, ya no respondía mis mensajes, cuando me respondía era frío, me hirió mucho, pero él no era mi prioridad en ese entonces…
Más adelante, en la relación, mi estado emocional la mayoría del tiempo era pésimo, lloraba todos los días, y dicen que el amor no duele, entonces ¿En que me había metido? Al principio todo fue bonito, sí, pero no duró mucho. Así que enseguida lamente haber dejado ir a Raz por el cacas.
Obviamente, aunque quería comunicarme con Raz, ya no era lo mismo, pero por lo menos no me ignoraba al nivel que lo hace ahora, aunque no sé por qué me ignora.
Le deseé el Feliz año, no hubo respuesta –Está bien –dije, no le di importancia y lo deje pasar. Llegó enero y se acercaba su cumpleaños, el año pasado lo había olvidado, ¿Cómo cambian las cosas, no? Ahora contaba los días para felicitarlo.
Llegó el día, pero tampoco hubo respuesta, ni un simple gracias.
«¿Qué le pasa? Cómo osa dejarme en visto, estoy super indignada. No le volveré a escribir o intentar comunicarme con él si no lo hace por su cuenta. No pude salvarnos…»
Es lo que pensé y lo que pienso. Gente, las cosas se resuelven hablando. Él y yo habíamos hablado, y como habíamos terminado pensé que todo se había arreglado, pero vi que no.
Solo me siento abandonada, odio sentirme así. Ninguna de mis relaciones funciona o dura más de dos meses. Tampoco tengo la intención de estar en una actualmente.
–Raz, te quiero jodidamente en mi vida, ¿Es que no puedes concederme ese deseo?, ¿Acaso ya olvidaste por todo lo que pasamos y nuestros recuerdos?. ¿Ya no sientes nada cuando me ves pasar al lado tuyo? -toma un bocado de aire -¡Quiero hablar contigo! Quiero que me busques, ¡Que digas mi nombre y que me veas con los hermosos ojos cafés que tienes! ¿Es mucho pedir? -En los ojos de la chica brotan cristalinas gotitas de agua que resbalan suave y lentamente sobre sus mejillas.
Lo único que hago cuando pienso en ti es sonreír y llorar, que loco la verdad.
–Nos encontramos por las escaleras, ¿Te acuerdas? Estabas subiendo con una chica que no me atreví ni a verle la cara, solo tuve y tengo ojos para ti. No es la primera vez que te veo así. La otra vez estabas caminando por enfrente de las clases, yo estaba llegando del recreo y tú tenías tu brazo por detrás de ella sujetándole el hombro. ¿Tan cercanos son para que hagas eso? ¿O lo haces a propósito para que yo vea? Prefiero que sea así a que de verdad lo sientas, no es por ser mala persona.
Siempre me felicitabas en mi cumpleaños y hacías cosas especiales, ¿Acaso este año será la excepción? me rehúso a pensar eso, seguro estas esperando a que sea mi cumpleaños para tener una excusa para hablarme, ¿no?
Ayer, con mi mejor amiga cerca del salón de profesores atrapaste mi mirada con tan solo acercarte, pensé que ibas al baño, pero llevabas unas hojas en tus manos. Pasaste al frente de nosotras para ir donde los maestros, ¿Qué sentiste? ¿Indiferencia, quizá?
Por fuera, parecen dos desconocidos, pero Mila en su interior, es una torrente de sentimientos, podría ser actriz en lo buena que es disimularlos. Por la parte de él, pareciera que no le afecta, pero eso es un misterio que no sabremos hasta en próximos capítulos…
Van pasando los días, y las cosas siguen como empezaron. ¿Qué quiere decirme el universo haciéndote aparecer tanto en mi vida? Te vi desde atrás estabas sentado en misa. Al principio pensé que estabas sufriendo -se ríe suavemente- pero seguramente estabas pidiendo perdón por tus pecados y hablado con Dios. ¿Me miraste cuando me hicieron la cruz, cuando consagre la hostia?
Estaba revisando mis notas de voz, se me había olvidado que tenía todo eso guardado. Son muchas cantando, una de ellas es una canción francesa que amaba y al mismo tiempo me recuerda pérdidas
Actualmente, estoy abandonando la idea de volver a hablarnos. Le comenté la situación a una amiga, y me recomendó hablarte, pero yo ya puse de mi parte cuando te escribí, no voy a estar detrás rogándote. Tú también tienes la posibilidad de buscarme, de hablarme, cuando lo quieras hacer hacer lo harás, por mi parte no se como vaya a reaccionar.
Dicen que soy una persona fría, no se si pueda recibirte con mis brazos abiertos como si nada hubiera pasado, no es que no quiera, sino como podría llegarme a sentir. Es obvio que no tienes responsabilidad afectiva.
Que loco, antes solías ser el primero en leer todas mis letras, nunca me imaginé que estaría dedicándote unas, solo que ya no la leerás…
Soy obsesionada, viciosa y muy sentimental. Aferrarme a las cosas me encanta, se convierten en mi fuente de inspiración, fino, ¿no? -Ríe nerviosa.
El cacas ha vuelto a hablarme un montón, que niño más raro, no puedo creer que siga en su relación. ¿Me has visto junto a él? seguro te vale madres, a mi ya me esta valiendo eso.
Ahora que lo pienso, el día de hoy me ha pasado de todo. Me sentí horrible, reí, me aburrí. Estoy cansada. Pero ya está de más.
Estaré esperando el momento en que estés dispuesto y te intereses por mi. Dejaré todo fluir como el río, avanzaré y llevaré mi historia en mi pecho, añoraré tu calor y me desahogaré con las estrellas. Cada vez que piense en ti, abrazaré tu energía y te mandaré mis mejores deseos para que te vaya bien.
Concluyo esta lluvia de ideas con estas palabras:
Te quiero … ♡
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