Lo que no sabes,
es que me llegas hasta los huesos.
Lo que no sabes,
es que tus latidos
me penetran las yemas de los dedos,
y que tu boca,
me seduce esperanzas
que creía ya muertas;
enterradas.
Lo que no notas,
es que la noche nos palpita,
te hace mía, y mío tuyo,
y que es resbaladizo el amor para la muerte.
Lo que no notas,
es que yo te sé tranquila a mi costado,
lugar donde me siento libre sobre el mundo,
sobre tus muslos;
rubí, algodón, espacio de cielo
que algún Dios
olvidó aquí en la tierra.
No sabes,
de eso que me revienta el pecho.
No te conoces pura,
pero pura me hierves la sangre
y la bebes en nuestro rito de eternidad.
Yo te conozco,
más allá que aquí.
Te siento,
hasta detrás de los ojos.
Te necesito,
como polluelo a pico de su madre.
Me alimentas,
no el estómago;
función biológica,
sino el alma;
necesidad estoica.
Instagram: @Jairo.op.escritor
OPINIONES Y COMENTARIOS