Alguna vez se han preguntado ¿qué es la penumbra? Ese espacio que alberga a las sombras, el reino de los matices de grises donde no existen los colores definidos. Un lugar donde todo cambia en un instante y sin avisar.

La penumbra es como la antesala de la oscuridad. Pero también el inicio de la aurora por la mañana. El tiempo y lugar donde todo puede ser otra cosa, donde una sombra no es oscuridad, pero la oscuridad no es negrura total, y la luz… La luz danza en este espacio como esquiva y adormecida, pero siempre ágil, brincando de espacio en espacio, saltando de rincón en rincón para poder ver algunas siluetas y formas, pero no la nitidez de colores, objetos o personas… esa es la penumbra.

Un mágico lugar; donde existen seres maravillosos, mitad personas, mitad animales, que si logramos verlos son como una bocanada de humo o ceniza, llevan dentro una luz interior maravillosa que dan color como un crisol multicolor a las cosas, pero también proyectan una sombra que adormece a la vista y calma el corazón. Sin ser macabro o lúgubre, tampoco siendo destellante, porque ese es el trabajo de alguien más.

Los habitantes de la Penumbra aparecen y desaparecen tan fácilmente como los guijarros de la playa entre las manos.

Al pensarlo un poco, el reino de la Penumbra es el más grande que existe, más grande aún que el de la Luz o el de la oscuridad, porque la Penumbra existe desde que la luz inicia, aun siendo débil y también se proyecta en las sombras del medio día, cuando el sol está en su zenit.

La Penumbra se alimenta de la luz y de la falta de ella, vive en todos lados; sus habitantes juegan con nuestras mentes, en muchas ocasiones apareciéndose sin avisar, a veces nos asustan y otras nos inspiran, vemos maravillas donde solo hay quizás una silla o un poste de energía eléctrica.

En la luz y en la falta de ella, gracias a las maravillas que los habitantes de Penumbra hacen con esos lugares, nuestras mentes vuelan y más de algún invento importante quizá se ha inspirado allí. Danzan en un baile sorprendente, sin parar, brincan y saltan de un lugar a otro sin parar, mostrando un lado mágico de las cosas sencillas…

Penumbra es la ausencia de lo absoluto, es todo. Penumbra reina y se mantiene en el universo porque nada es 100% puro. Ella subsiste en medio del cosmos, en el baile sin fin de las estrellas, porque nada es cierto y nada es mentira.

Desde esa pequeña sombra que puede proyectar nuestro cuerpo a la pared o al suelo, hasta los maravillosos eclipses solares y fenómenos astrológicos del universo de inimaginables proporciones, es el hogar de Penumbra y sus habitantes.

Es más que un simple juego de luces y sombras en el plano físico, Penumbra también existe en nuestras mentes, en esa ambivalencia de los pensamientos, en esa comarca misteriosa dentro de la red de neuronas de nuestros cerebros y mentes.

Donde en muchas ocasiones no tenemos claridad, no conseguimos decisión o determinación para hacer algo en la vida; cuando simplemente no logramos decidir ente tomar café o un té, ahí se manifiesta Penumbra en una forma mística, irreal. Como sombra que se proyecta en la verdad. Algunos le llaman Duda, otros, indecisión, pero en esencia es Penumbra entre la luz de una cosa y otra…

Lo cierto es que es un imperio descomunal, una fuerza avasalladora en el universo con un poder incalculable.

Penumbra es como una verdad cósmica atemporal, siempre existirá y nunca dejará de ser. No sabemos desde cuando está y nadie podría calcular hasta donde llegará.

Entonces, llega a mi pequeña mente un pensamiento. ¿Por qué el ser humano, que es tan insignificante y a la vez se cree tan majestuoso, siempre quiere tener esa equivocada ilusión de control y de saber lo absoluto?… ¿Que si esto es bueno o aquello es malo?… ¿Que si esto es correcto y lo otro no, que una cosa es buena y conveniente para la vida y lo otro es nocivo?…

Nosotros, unas criaturas que descendemos de la duda, de las teorías, sin poderlas comprobar totalmente, somos un poco hijos de la Penumbra.

En un mar de grises con solo dos puertos de inicio y llegada como lo pueden ser: El blanco y negro, o la verdad y la mentira, la realidad y la ficción, navegamos toda nuestra existencia en ese mar de ambivalentes y ambiguas ideas que las hacemos juicios, y con ello dictamos veredictos y sentencias.

Siendo de esta manera tan necios, queriendo ser criaturas de verdad, cuando en realidad la verdad absoluta no existe, o por lo menos nadie la puede demostrar.

Somos simples conglomerados de sustancias, órganos, tejidos, huesos y un tanto de magia que lo hace funcionar de una manera inverosímil, imposible, increíble, de poder vaticinar. ¿Somos el fruto supremo de la casualidad o la causalidad?… Nadie lo sabe y por ello muy pocos tienen el valor de preguntar.

Mientras en el reino de Penumbra es válido casi todo, a diferencia de la realidad que nos han vendido a lo largo de los eones de la existencia social humana teoespiritualoide que dicta con severidad lo correcto y bueno al separarlo de lo extraño, abrumador, malicioso y hasta quizás lujurioso comportamiento libre que en ocasiones desea el individuo.

En Penumbra puede florecer el amor prohibido, los deseos, la creatividad, los secretos y todo con lo que en realidad vivimos a diario y no nos damos o no queremos darnos cuenta y aceptar.

Penumbra es un estado mental, donde nada es lo que parece y todo puede cambiar.

Sus ciudadanos militan de entre todas nuestras ideas, juegan con nuestros sentidos y hasta con nuestra cordura a veces. En Penumbra es donde casi todas las ideas nacen, es donde lo que es y lo que parece ser es casi la misma cosa.

Hay ocasiones, si te detienes a ver con el alma y la emoción que podrás percibir a alguno de estos ciudadanos traviesos que giran, saltan y pintan las cosas de un lugar y otro, dando con ello esa chispa a la existencia.

Penumbra es un lugar, es un estado mental, es una verdad, a la vez una mentira, quizás; somos todos y ninguno en realidad.

Porque lo que es, nadie podrá asegurar; porque si estás seguro, penumbra no será.

FIN

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