Del universo al papel

Del universo al papel

Etérea

03/10/2022

Varios de los escritos en esta obra fueron fruto de la inspiración/crisis que pude haber experimentado en mis 21 años de vida, momentos completamente emotivos y de posibles situaciones calificadas por mi como existenciales, profundas, etéreas, sublimes y delicadas, situaciones que viví y que debido a mi alta sensibilidad frente a la variada gama de emociones que me permito sentir puedo reflejar y plasmar sobre un teclado. Si bien me considero una persona con buena gramática y redacción, debo ser clara al manifestar que gran parte de estos escritos, al haberse originado en momentos de la liberación de mi «cosmos interno», tienen una redacción más del tipo libre (sin respetar a rajatabla la gramática) porque en esos momentos mis dedos solo volaban como balas sin dirección sobre las teclas de mi laptop. Amor, miedo, éxtasis, ira, excitación y todas las sensaciones y emociones que pueda haber manifestado en mis escritos tienen un significado personal (de tratarse temas mucho más delicados y que puedan afectar la sensibilidad de algún lector, tendrán un previo aviso). Espero que estos sean de su agrado y de no entenderse parte de ellos, solo aclaro que son parte de ese lado abstracto y subjetivo que todos tenemos dentro de nosotros. De parte de mi universo interno para ustedes, espero los disfruten. 

1. Amor por amor

    Bésame, bésame muy fuerte, tan fuerte que mi alma y la tuya se fundan en una sola, como debería ser, como es, como será. Bésame tan fuerte que puedas sentir mis latidos tuyos y mi respiración en tus pulmones. Bésame tan fuerte que puedan ser mis pulmones los que lleven el oxígeno a través de tu sangre. Bésame tan fuerte que mis labios y los tuyos sean de ambos, como fue, como es y cómo será. Abrázame tan fuerte que mis brazos se conviertan en prolongaciones de los tuyos, abrázame tan fuerte que mi corazón y el tuyo se vean como uno solo. Bésame tan fuerte que mi mente y la tuya escapen de nuestras cabezas hacia el cielo. Hazme el amor con tanta pasión sin dejar de meditar ni un segundo, hazme el amor tan suave que sienta tus caricias eternas y tu respiración como brisa marina sobre mis mejillas. Hazme el amor con amor, Amor, y que el amor sea el motor de tus besos y abrazos fuertes, de tu meditación en el amor, para el amor y por el amor. Hagamos el amor, Amor, por amor, para el amor.

    2. Te encontré amor

      Estoy dormida entre tus brazos, estoy recostada sobre tu pecho y todo está en paz, todo es calma. Cierro los ojos y no deseo estar en otro lugar, estoy contigo, estoy en el lugar correcto. ¿Qué nos ocurre amor? ¿a dónde se fueron las ganas de correr? ¿de huir? Amor, estoy aquí ahora ¿a dónde se fueron las ganas de llorar? Amor, ahora no hay dolor, ahora mis heridas están suturadas, ahora mis latidos son completos, al igual que mis respiraciones, amor, ahora respiro en paz, amor ahora estoy en paz, estoy en paz, amor ahora estoy completa, ahora puedo mirarte y sentirme en ti, en tu cerebro, en tu corazón, en tu hígado, amor ahora me veo en ti, amor ahora soy feliz, amor ahora soy feliz porque ahora me fundo como metal liquido en lo que esperábamos fundirnos. Amor, ahora somos uno. Amor, mírame amor, ahora sientes lo mismo que yo, ahora veo la locura que yo siento por ti, la veo en tus ojos, amor. Ahora esto es real, te encontré, amor.

      3. Tu barba azabache

      Son esos ojos, esas cejas pobladas y esa barba azabache.

      Son tus dos manos esculpidas, trabajadas, hábiles y tan gentiles.

      Son tus labios sabor cielo, tu aroma olor familiar.

      No te veo hace días, y tengo ganas de llorar.

      Es tu alma, los destellos de luz en tu mirada.

      Es tu sonrisa de niño, la fisura en el amanecer de tu vida.

      Es la razón en tus palabras, la locura de tus pensamientos.

      Es ese pedazo de universo que llevas dentro y la paz que me transmites.

      Es tu mente y tu capacidad de desglosarlo todo.

      Es tu esencia, la libertad de tu ser.

      Tu cielo.

      Tu infierno.

      Eres tú.

      Tú.

      4. Hablar contigo

      Pienso en ti, en tu olor, en tus ojos, en lo bonito que son tus labios, en lo increíble que es tu mente, en lo inteligente que me siento después de hablar contigo, en como tengo tantas ganas de hablarte, de besarte, de mirarte y de fundirme entre tus brazos.

      5. Él es como el mar en invierno

      Él es como el mar en invierno, yo amo el mar, me encanta pero en invierno, por más que quiera meterme, nunca lo hago, no puedo, por más de que lo imagine, lo ilusione, jamás termino entrando en él. Es exactamente así, me congela a medio camino, me detengo porque sé que me puede hacer mal, me puede resfriar, él es misterioso y hermoso como todo mar, pero es tan feroz en la orilla, tan abrupto en algún momento que no puedo y solo regreso, me espanta.

      6. A kilómetros o centímetros

      Y luego conoces a alguien que te hace sentir como si hubieras estado caminando en un desierto sin una misera gota de agua en la boca. Aparece esa persona que tu creías imposible de crear, de inventar, llega esa persona que no coloca un estándar o crea un tope, llega esa persona que es simplemente insuperable, no porque alguien pueda superarlo, sino porque esa persona es completamente irrepetible y sabes que por más de que pasen los años, las décadas, a pesar de que pasen 10 mil millones de años y el sol se convierta en una enana blanca, a pesar de que el tiempo colapse y todos tengamos que salir de nuestros cuerpos para sobrevivir en un espacio atemporal, a pesar de todo lo creíble e increíble, él es él, esa persona no se volverá a repetir, nunca, jamás, y entiendes que no es porque tus preferencias hayan estado sujetas a el o de su lado en una época de tu vida, tal vez cuando estuviste enamorada, sino que lograste entender que tu alma es la misma que lleva él, que están hechos del mismo material, que son parte del mismo filamento y que por más lejos que estén el uno del otro, siempre estarán destinados a estar juntos, porque son uno, a kilómetros o centímetros. No es que se nos aplique la tercera ley de la física cuántica, sino que es en base a nosotros que se descubrió esa ley. Así somos él y yo, así somos, lo acepte o no, lo reprima él o no, es la verdad, lo se porque es así, y a pesar de que todo colapse, el siempre será el, a pesar de todo, mi alma solo vibra en sintonías superiores similares a las de él, en su propia sintonía, en la sintonía que pensó mi creador debería simplemente vibrar al haberla creado, solo cuando está con él, y su alma actúa exactamente igual conmigo. Lo siente, lo sabe, lo puede percibir en el ambiente, en el aire, él lo sabe, y con eso me basta de momento. Siente, siente como yo. Vibra, vibra como yo, porque siempre fuimos uno, desde el comienzo, él y yo siempre fuimos, somos y seremos la misma alma, a kilómetros, o centímetros.

      7. Ella es un sueño

      Ella tiene dos pechos pequeños, son como dos naranjas de jugo, redondos y muy bien definidos, le quedan como dos estrellas en el pecho; tiene dos piernas largas y fuertes, de perfil se ven espigadas y preciosas, dan ganas de atraparla y tocarle las piernas, examinarlas y doblarlas, tiene piernas de modelo; tiene dos manos preciosas, son manos de muñeca con los ligamentos a lo largo de cada uno de sus dedos, lleva las uñas redondas y pintadas de rosa pastel, son hermosas; tiene una cintura tan pequeña, si ves su cintura te dan ganas de rodearla, de abrazarla y no soltarla nunca, te dan ganas de besar esa cintura, ese abdomen, esa espalda, esa pelvis; tiene las clavículas huesudas, el cuello delicado, como el de una bailarina de ballet, se pueden ver sus músculos, el digástrico y el esternocleidomastoideo, dan ganas de besar ese cuello precioso, de acariciarlo, de posar tus labios y recoger su olor lentamente; tiene el mentón ligeramente partido, lo que darías por sostener ese mentón gracioso y bien definido, de besarlo y acariciarlo; tiene la nariz recta y con la punta ligeramente levantada; tiene dos ojos marrones que parecen siempre estar esperando una respuesta y siempre que sonríe con su preciosa boca, su bellos ojos sonríen a la par, son dos entradas sin puerta a su alma, a su infinita, misteriosa y maravillosa alma; esos labios, esos rosados y delineados labios, solo veo esos labios y entonces comprendo que vale la pena respirar y continuar aquí. Esos ojos, esos labios ¡esos ojos! ¡esos labios! Ella es un amanecer en Georgia, y brilla tanto como un atardecer en Tennessee. Ella tiene el cabello marrón, es chocolate, tiene una melena preciosa, voluminosa, suave y delicada. Ella es preciosa, ella es como ver ballet, parece que baila con cada paso que da; ella es como ver un cuadro lleno de flores, todas diferentes y preciosas; ella es como ver las estrellas en la noche de Nazca; es como respirar profundamente en la playa; es como caminar por Azpitia y como tomar un té muy dulce; ella es como ver una obra de teatro completa, graciosa y romántica, dramática y peligrosa; ella es un sueño ¿sabes? Ella es un sueño y ¿sabes algo más? Ella, ella, ella por quien yo estoy tan loca y jodidamente enamorada, ella soy yo.

      8. El chico de la guitarra

      El chico de la guitarra, la toca como si fuera su novia, hace el amor con la guitarra. Cada dedo en una cuerda y la otra mano la hace rugir. A veces la hacía rugir, a veces la hacía cantar y otras veces, parecía hablar con ella. El chico de la guitarra, dejaba su corazón exactamente a mitad del hueco de su cuerpo, parecía estar a punto de dañarse con las cuerdas. Me dañó, me rompió y me complicó la vida, pero también me demostró lo enamorado que uno puede llegar a estar, lo apasionado y locamente enamorado que alguien puede llegar a tener el corazón y cómo no se permite utilizar la cabeza en esos momentos. El chico de la guitarra, esas manos, esos dedos, esa sonrisa. Tenía las manos gruesas, trabajadas y agiles; movía los dedos sobre el diapasón como un pianista lo hace sobre las teclas de su piano; me daba curiosidad verlo tocar. Recuerdo que estar junto a él era como tomar vino, al inicio no parecía no tener efecto, pero después de probarlo te mareaba, impresionaba y dejaba media inconsciente, con el corazón a mil por hora. Esas manos ágiles. Cada día que pasaba sentía que se volvía mas hábil, mas inteligente, mas impresionante y yo más ingenua, mas tonta y frágil, con más defectos, más imperfecta. El chico de la guitarra. Él era rojo, pero no como el color primario, sino mas bien como el rojo terracota; me recordaba al campo, a la tierra y al calor que una familia te puede brindar; él era la pasión y el enamoramiento puro en una persona; él me enseñó eso, me enseñó que una persona puede hacer locuras, increíbles y estúpidas cosas por alguien; él me lastimó más que nadie; por él aprendí que el miedo y las inseguridades son reales, que una persona te puede amar y también demostrar que tienes un tronco de defectos metidos justo al costado de todo aquello que tu consideras bello dentro y fuera de ti; por él aprendí que la inocencia de una niña puede desaparecer frente a una inesperada explosión de deseo irrefrenable  y que las lagrimas son el desenlace de despertar cada mañana con la sensación de querer terminar algo que no era todo para mí. Crecí junto a él; él me enseñó todo aquello que no quiero, que no puedo ser y todo lo que es imposible de complacer como una guitarra lo hacía con él. Creo que ese era el punto, él quería que fuese esa guitarra, que toque lo que él quisiera, que obedeciera a esos impulsos, que callara si no estuviese junto a él, y que cantara si él así lo quería. El chico de la guitarra, al final, se quedo sin ella, aunque conservó la guitarra.

      9. Vuela, viejo amor.

      Aprendimos juntos, aprendimos a tratarnos, a mirarnos, a complacernos y dañarnos. Dejemos de recordarnos como dos amantes inexpertos, dejemos de juzgarnos por aquello que apenas empezábamos a descubrir. Tu y yo. Tu y yo lo sentimos todo, sentiste como me dañaste y yo sentí como te lastime; dejemos ir esta culpa, olvida el pasado y mira hacia el futuro, levanta la cabeza y emprende vuelo, que el duelo acabo hace mucho. Te perdono. Te perdono, viejo amor. Beso tu corazón dañado y te impulso a olvidar que me lastimaste. Te motivo a correr tras tus sueños, mi imagen solo será tu dulce compañía en tu soledad, pero ya no te quedes aquí, ya acabó, ya terminó, ya eres libre, viejo amor, ya te perdoné. Vuela mariposa de bellas alas, te perdono, te motivo, vuela, viejo amor, vuela.

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