“El arte de no encajar en el mundo, y no temblar de soledad”

Imagina ser una persona demasiado tímida, alguien que toda su vida ha sido alguien sumiso y obediente, acusado muchas veces, pero jamás defendido. Una persona que ha sufrido constantemente y que jamás ha liberado su dolor ni su ira, imagina pasar toda una vida de esa forma, definitivamente algo tortuoso, ¿No? Pero esa, noche él rompió la barrera, salió de la telaraña y solo explotó.

No se necesita reír como un loco y gritar para perder la cordura, la realidad es muy distinta.

Si me preguntas a mí a quien creo que de verdad debemos tenerle miedo, no es a los idiotas que ríen desquiciadamente, sino a los que siempre están “Serenos” y nos sonríen mientras discutimos con ellos, esas personas normalmente suelen perturbar más, porque, si lo piensas, es fácil saber la conducta, comportamiento de los primeros y saber lo que piensan, sin embargo, con una persona callada, casi inerte es imposible saber lo que piensa, puede pensar en algo banal, como en comida, o en algún tipo de crimen, y tú jamás te darías cuenta , por eso se dice que todos los psicópatas son empáticos, después de todo no todos los criminales son psicópatas, ni todos los psicópatas son criminales.

Las personas más frías a las que parece que nada les importase son las que guardan muchos sentimientos, porque todos somos santos cuando hablamos de pecados ajenos.

“El arte de no encajar en el mundo, y no temblar de soledad”

Hay algunas personas que tienen el arte de no encajar en el mundo y no temblar de soledad, porque están seguros de sus cualidades, saben que la felicidad no depende de nadie, y solo es cosa de cada quien encontrarla, algunas personas les llaman raros, o simplemente … solitarios.