La vida es como una ilusión, crees poder verlo todo y comprenderlo, ignorando un mundo completamente nuevo que no podemos ver ni deslumbrar, porque al fin al cabo cual es la verdadera visión del mundo en el que vivimos. Dependiendo del individuo son ilusiones diferentes y se descubren verdades distintas, porque solamente cuando miras más allá de tus horizontes para ver el mundo de diferentes maneras, es que en realidad podemos corroborar en qué clase de mundo existimos. Como el primer hombre que dijo que los dioses no existían, como aquel que pensó en una forma diferente de gobernar más allá del poder y la fuerza, como aquel que dijo que ningún hombre podía volar y voló volviendo realidad su ilusión, como la primera persona que desafío el pensamiento cerrado de su tribu. Solamente cuando la ilusión se rompe y puedes ver que existen infinidades posibilidades de ver el mundo que te rodea, es que verdaderamente podrás decir que has abandonado la cueva.
Nunca dos personas tendrán la misma ilusión de la vida, porque lo único que nos diferencia de otros seres vivos son nuestras propias experiencias de vida pensamientos, y personalidad, que forman nuestra propia ilusión de la vida.
Para la mayoría de los seres, no importa las ilusiones de los demás, solamente les importa la suya propia, intentando nunca romper su ilusión de vida y sentirse vulnerables. Por eso nosotros…no mejor dicho, yo impondré mi propia ilusión sobre todos aquellos que intenten atentar con aquello que creo y protejo, no importa si tengo que desaparecerlos a todos, o incluso yo mismo desaparecer, o que tenga que vivir en este mundo una infinidad de veces hasta demostrar la ilusión que quiero del mundo, hasta demostrar que todo aquello que viví una vez, todo termine bien, para que el futuro este bien… para que mi viaje no se pueda perder… porque esa es mi voluntad, porque eso es mi ilusión.
– la voluntad del viajero errante.
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