Por las noches pienso en ti. 

No puedo olvidar mi otro yo. 

No puedes salir de mi mente. 

Te amo tanto que no quiero verte partir.

Te adoro tanto que el decir adiós es una punzada en el corazón. 

Yo no te he olvidado mujer. 

Al contrario, cada mañana despierto esperanzado. 

De que volvamos a correr por esa pradera. 

Juntos… 

Como ambos sabemos que debemos de estar. 

Solo debemos de ser pacientes. 

Siendo eso.

Pronto estaremos arropados en  nuestros brazos. 

Sintiendo el calor que nuestros latidos emanan. 

Te amo, corazón.  

Aunque no puedas leer esto. 

Te amo, corazón. 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS