MICRORRELATO — POESÍA

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@ansiass__

A veces me pregunto porque miraré otros cuerpos , si no se supone que él mío ya es “perfecto”. Y aún así, siento que la máxima perfección en el mundo, también observa a los mortales. Me atrevo a decir que los admira o envidia algún pequeño escape que está no tenga. 

Pero, si soy consciente de ello. ¿Por qué reprimo mucho a mi cuerpo? ¿Por qué regaño a mis ojos cuando se escabullen en piernas más delgadas o abdomenes más planos? ¿Por qué reprendo con maltrato a mis manos por intentar palpar en mí lo inexistente? ¿Por qué? ¿Por qué lo hago? 

¿No debería consolarlas?

Sentarme a hablar con ellas y explicarles que yo no nací con esa bendición. Y que es probable que mis dedos sigan buscando aquel camino a la perfección encontrando solo paredes y llanuras de imperfección. 

Que mis ojos seguirán admirando lo que no poseo y que mi cuerpo, tendrá que seguir envidiando aquello de lo que no es factible. 

Entonces, entre tanto caos que habrá dentro de mí, será mi cerebro el que tome el control. El que trate de convencer a todos para que pueda amarme como soy. Con llanuras, con lesiones, con faltantes, con imperfecciones. Toda yo, enterita. 

Pero sé que este no será suficiente. Y ya me he quedado sin manos que traten de hacerme sentir bien. Que me reconforten con tan solo colocar su peso en mi hombro. Ya no quiero escuchar alagos, si estos solo buscan que me ame de verdad. ¿No es acaso hipócrita eso? ¿No se supone que si creen que estoy bien así, no deberían darme apoyo si conmigo debería ser suficiente? 

No lo sé, solo estoy divagando. 

Pero, lloro delante del espejo. 

¿Por qué lloras, estúpida niña?

Has de amar al fin de cuentas, la maldición en la que tú cuerpo se encuentra. 

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