Este cuento fue escrito en un café de Mendoza, Argentina. Durante la estación de otoño. Nos invita a llevar nuestro problemas al cuento y hacer unas pequeñas reflexiones sobre la vida a través de los ojos de un personaje que nos sorprenderá.
Llorar es un lenguaje corporal que expresa lo que estamos sintiendo en un determinado momento, pero también de un sentimiento que hemos dejado dormido y que despierta de tiempo en tiempo por el dolor que sentimos.
Una cita perfecta, comida magnífica, una buena conversación sobre la vida. Al fin y al cabo, una noche perfecta como todos deseamos. ¿O no? Quizás, eso no es suficiente. Mientras Píramo y Donatella bailan, un invitado más espera por ambos. ¿Hasta qué punto nos damos cuenta de lo que tenemos cuando hemos perdido tanto?
La mente es un lugar único e inigualable. Una biblioteca que se reescribe a sí misma a medida que nos hacemos viejos; que en ocasiones no nos damos la tarea de conocer por completo. Te hago una invitación muy especial: Entra en mi mente. Recorre cada uno de sus pasillos, abre cada puerta con cautela...
Acciones y consecuencias atemporales. Errores y aciertos que forman y conforman nuestro camino. Aprendizaje, maduración y envejecimiento pero siempre vida al lado de los que amamos