Un mar de llanto fue el que derrame por ti y ahora que estoy sin ti el vacío sigue en mi me consume poco a poco tus recuerdos tus palabras tus miradas tus sentimientos todo viene a mi mente no me deja ver con claridad me hace querer pensar que eres perfecto pero nadie es...
«.. Era mi muerte, también era mi vida O simplemente… Eros, eras y eres, el amor de mi vida.» Oh, mi bella dama oyente. Espero aquí te encuentres, y si no lo estás eso sería fatal. No me puedo detener, eso estaría mal. Abran telón, ¡hora de comenzar! Cuando termine, vuelve hacia atrás. Voy a...
Paredes blancas sofocantes, pasillos largos e interminables, lamentos en cada habitación… ¿Qué hago en medio de este sufrimiento? Estoy frente a una puerta, pero no distingo el número del cuarto, todo está tan oscuro… Es la única puerta de la que no se oyen alaridos, en cambio, de ella provienen unos leves sollozos. Me debato...
Esta es una historia que habla sobre Federico un muchacho de 20 anos; desde que tiene memoria el a tenido pesadillas recurrentes sobre que alguien lo mataba, toda su vida había ido a psicólogos, psiquiatras y terapeutas con diagnósticos errados, se topa con una hignoterapeuta llamada Magdalena que le dice que en su vida pasada...
¿Cuantás cosas tuviste que dejar morir para volver a nacer? Hay despertares que duran una eternidad, pero para eso, es necesario transitar un proceso de metamorfosis profunda y aniquilar todo lo que creías saber. No solo Jesús es el que resucita, nuestros procesos internos, nuestras búsquedas y preguntas, siempre nos conducen a un nuevo camino,...
Cada cruz a la orilla de una carretera es la voz de un alma dispuesta a hablar sobre su trágica muerte. Accidentes, suicidios o asesinatos, Clara Cruz posee el perturbador don de presenciar el fallecimiento de las personas.
Es increíble que tengamos que soportar tanto daño para aprender de nosotros mismos, madurar y ser mejores. Es como si la clave secreta estuviera en nuestro dolor. ¡Gracias por enseñarme ese dolor, haciéndome mejorar y madurar exponencialmente! Aún extraño esas risas tuyas que eran sin sentido alguno...jaja...