club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
2009participaciones
Viajes encadenados (concurso semanal de microrrelatos) 1ª fase: del 30 de enero al 5 de febrero (hasta las 08:00 h)
2ª fase: del 6 al 12 de febrero (hasta las 08:00 h)
3ª fase: del 13 al 19 de febrero (hasta las 08:00 h)
4ª fase: del 20 al 26 de febrero (hasta las 08:00 h)
5ª fase: del 27 de febrero al 4 de marzo (hasta las 08:00 h)
6ª fase: del 5 al 11 de marzo (hasta las 08:00 h)
7ª fase: del 12 al 18 de marzo (hasta las 08:00 h)
8ª fase: del 19 al 25 de marzo (hasta las 08:00 h)
Te regalé una bonita sonrisa de Joker para decirte todo lo que no me atrevía a pronunciar, y de paso dejarte claro que no vendrías conmigo. Quería viajar solo, aunque nunca estás lo suficientemente solo cuando te diriges al pasado y tienes una cierta edad, suelen acompañarte tus fantasmas. Desharé, con años de retraso, los...
A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, y la próxima será sin ti. Cuando vamos hacia un destino nuevo tenemos que dejar las cosas viejas atrás. Sé que puede parecer estúpido, pero cuando dormimos juntos sueño que viajo por una carretera solitaria y oscura. No sé adónde va, sólo que al paraíso...
El veintidós es ya historia. Mi sueño de niña era poder viajar sin descanso. Vamos a por el veintitrés. De ciudad en ciudad y de país en país. Cuidado con el treinta y cuatro. Y cuidado con los sueños que se cumplen. El cincuenta y siete aun no está libre. Vivir en un viaje permanente...
Él ya estaría tomándose un daiquiri en el Malecón, y yo, probablemente, volando hacia alguna capital europea, si no fuese por este virus que astillará nuestras existencias. Qué será de todos nosotros. Los besos que no nos dimos ayer, son ya ceniza. Y los recuerdos, un montón de amarillas fotografías. Es duro asistir a la...
Su barba y su melena expuestas al viento semejan una bandera deshilachada. Náufrago a comienzos del confinamiento, fabrica una balsa para huir de la isla que lo acoge. El horizonte se curva en sus ojos bajo el peso de una interrogación: “¿Seré el único hombre vivo?” Tiene que descubrirlo, y se enfrenta a ello con...
En esta maleta no cabe casi nada – Se supone que debo empezar por eso y explayarme en una hilera entrecomillada de palabras para que los chupa sesos contratados por tus detractores, defequen traducidos en su jerga psicológica nuestros pensamientos sobre una pizarra elegante enchufada a la pared. Eres un cabrón hijo e puta ¿Por...
Lástima que no haya billetes para maniquíes, porque sin duda pagaría por liberarte de ese mundo donde naciste quieta, inmóvil, pero agraciada; o por lo menos, pagaría por ser el destinatario de esa mirada dulce que busca por allá en algún punto de la tienda sin encontrar nada. Por supuesto, si ese tipo de pago...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro; normalmente pensar no se me daba mucho, pero ese día algo pasó, no se, quizás un flashazo; digo, el suficiente para elevar mi coeficiente intelectual a 165 y generar la pregunta que cambiaría la forma en que iba a fraternizar con el resto del mundo, digo,...
Te regalé una bonita sonrisa de Joker grabada en un cristal al flúor, para que no desapareciera tan fácilmente de tu vista y cada vez que llegaras a la oficina la observaras y temieras por tu vida. No me dejaste nada perra, me vaciaste los bolsillos y las cuentas. – Ni aguantas nada, solo fue...
A esta gatita le quedan aún muchas vidas por vivir, igual que al Pájaro Quema Maíz; este muchacho travieso es de los que derrochan valor para atorar almas en pena. O séase pues pa que entiendan como perrito de patio, solo ladra tras la tranca. Ansina no va por ahí su merced, hasta Kiko tenía...
En esta maleta no cabe casi nada, y se sentó encima de ella para poder cerrar la cremallera y despedirse de la habitación que quizá no volvería a ver. Al salir del portón, pensó que ya no tendría que lidiar con la cerradura vieja de aquella casona del centro de Caracas, sin saber con qué...
Leonardo a lomo de caballo por entre selvas montañosas. En su maleta no cabe casi nada. A poca distancia, divisó Casa Peña, en el epicentro del valle. Le dio la bienvenida el jolgorioso valle de Casa Peña: las aguas del río, lentas y monótonas, el viento matutino ahogando la visión de sus ojos, el sol...
