El turista equivocado
Pensé, mientras el coche se lanzaba contra el muro, que quizá no estaba pisando el pedal correcto. Sombras, luces y oscuridad. ¿Era aquello el cielo? — ¿Puede oírme, Roberto? — Sonó una voz con aquel acento tan característico — ¿Me oye? «Yo no soy Roberto» pensé, sin poder emitir ningún sonido. —Queda usted detenido —...