LA PISTOLA, EL VENENO, EL MACHETE

LA PISTOLA, EL VENENO, EL MACHETE

Lástima que no haya billetes para maniquíes. Quisiera mandar al pairo a las redactoras arpías, a las modelos neuróticas, a los peces gordos y a los vendedores de humo que infestan el mundo de la moda. Coger a mis maniquíes, mis chicas, que nunca me exigen nada, y mi bloc de dibujo, y mudarme a una isla desierta a alimentarme de cocos y crear magníficos diseños, que es lo que amo. Pero sonrío, estrecho manos, me fuerzo a mantener los ojos abiertos ante los flashes y rebusco distraídamente en mi bolso, fantaseando con la pistola, el veneno, el machete.

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