El terrado
Su barba y su melena expuestas al viento. Cinco semanas sin profanar la calle para descubrir que su perilla empezaba a ser blanca y su cabello había perdido fulgor. Se escapó. Consiguió escalar hasta allí sin ser notado. En su habitación solo había una ventana, una maldita ventana desde la que había visto asomarse el...