ÚLTIMA VOLUNTAD
El ya estaría tomándose un daiquiri en el malecón, desoyendo las órdenes de la policía. Preparándose para cuando le abordaran. Asfixiado de pena. Lleno de esa verdad de los borrachos. -«Señor agente: era mi última voluntad . ¿Gusta usted un traguito? Seguro que si me huele el virus, marchará pitando, espantado por lo que le...