Romeo y Misha
“A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir,” ronronea, con voz seductora. “Maldita sea Misha. Por eso te pido una.” Intento disimular mi impaciencia. “Creo que vas a necesitar más de una,” susurra, mirando por encima de la verja. Allí detrás me esperan Jack y Fritz, sus colas erizadas. Estos no perdonan. Fritz...