Confeti.
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro de sacos de confeti, que el número iba a causar más expectación; caras embobadas en pantallas digitales, y entre todas ellas, una especialmente atenta, con cierto brillo en la mirada, concentrada en mi actuación. La vida de un payaso itinerante de fiestas de cumpleaños no es...