Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro, que en la vida podemos chocar debido al tiempo y suceso imprevisto. Podemos chocar porque cuando viajamos, vamos hacia un destino, un destino seguro, pero luego nuestras distracciones, discusiones, nuestras decepciones pueden hacer que nos lancemos contra el muro, y “perdamos nuestra vida”, por eso debemos reconocer que aunque nos creemos invencibles cuando viajamos, tenemos un límite vertical, un límite que es visible para todo viajero, que es visible incluso cuando los obstáculos en el camino nos caldean. Un límite no es una restricción, un límite es una protección para el viaje.

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