Facturación
“Lástima que no haya billetes para maniquíes” se lamenta el modista. Desde el final de la cola de facturación se produce un efecto curioso: en la fila frente a él, el tiempo transcurre lento y espeso como la miel que gotea; sin embargo arriba, en los relojes, los minutos corren raudos como regueros de montaña,...