Arrogancia mortífera
A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, y no con un bicho cualquiera, le dijo Yara mientras con desdén restregaba su frondosa cola blanca por la embobada cara de Atreyu, gato pardo callejero. Y se alejó con su orgulloso y gentil paso de selecto pedigrí, la cabeza altiva… Y así que iba,...