Llevo meses preparando la maleta.
Ya me queda menos pero siento que no avanzo.
Hago y deshago, según se levante el día.
El mejor momento es cuando considero que ya he terminado .
Me siento a mirar mi maleta abierta y todo su contenido y pienso que es perfecta y armoniosa.
Pero las condiciones del nuevo día me impiden salir de casa hasta perfeccionar las aristas que surgen en cada momento…y el miedo.
En realidad quizás sea el miedo.
El viaje que aún no he hecho (concurso de microrrelato)
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